PUELÉN (ACA).- Un emprendimiento de cría de ñandúes para la comercialización de carne y plumas avanza en la localidad luego de haber pasado un momento crítico. Según su responsable, Jorge Nicoletta, luego de una publicación de este medio -a principios de junio- el gobierno pampeano le brindó apoyo en alimento para que la iniciativa no fracasara.
Hoy está en plena etapa de reproducción y ya realizó el primer corte de alfalfa para alimento de sus animales y para vender, en un momento de mucha demanda a raíz de los largos meses de sequía que padeció la región.
"Estamos muy entusiasmados, porque encaramos la producción de forma natural. En principio pensamos en incubadoras, pero como el emprendimiento es familiar y la provisión de alimento que recibimos como ayuda por parte del gobierno provincial es limitada, no nos daban los costos". Aclaró luego que "ya estamos en plena 'sacada' en forma natural; tenemos un criador con 22 y otro con 32 huevos, con lo que el plantel de ñandúes, si todo anda bien, va a tener un notable incremento. Con los jabalíes también ha crecido el plantel, a pesar de que hemos tenido algunas pérdidas por la muerte de tres madres primerizas", explicó Nicoletta.
La familia también abordará la faena artesanal y la elaboración de productos alimenticios con carne de ñandú.
La primera experiencia comercial será expuesta en una feria que se organiza para la fiesta aniversario del pueblo durante este fin de semana.
"Aún falta que las normas vigentes se modifiquen para incentivar las producciones alternativas. Por ejemplo, en Canadá, para la producción alternativa hay sólo cuatro cláusulas mientras que aquí son 32. En La Pampa van entendiendo la importancia de estos esfuerzos. De hecho, yo he recibido por parte del gobierno provincial, por intermedio de la Subsecretaría de Asuntos Agrarios, la ayuda con alimentos para los animales y el municipio aportó gente para la limpieza de los 800 metros de canal, de modo que tengamos garantizada el agua. Y este año, con agua constante, las posibilidades son otras. Hace pocos días hicimos el primer corte de alfalfa, parte de la cual dejo para alimento de los animales y parte, para la venta. El año próximo pensamos encarar una producción de pasto en una extensión un poco más grande; es decir, el horizonte productivo ha mejorado mucho", apuntó el productor.
En junio pasado, Jorge Nicoletta y su familia temían que el emprendimiento que habían iniciado hacía unos cinco años fracasara por determinadas trabas para producir y faenar. Por entonces, el criadero de ñandúes estaba parado y restringida la reproducción, por el alto costo de los alimentos y dada la imposibilidad de comercializar la producción.
"Hace cuatro años, supuestamente era muy rentable. Incluso yo contacté a supermercados chinos de Buenos Aires y ellos estaban dispuestos a comprarme lo que tuviera, pero cuando empecé a ver adónde podía faenar y qué posibilidades tenía de sacar la carne de la provincia, me encontré con que no hay un solo lugar que tenga tránsito federal. Tampoco hay curtiembres donde se pueda trabajar el cuero de los ñandúes y no hay tampoco mercado para las plumas. A esto se le agrega que no podemos llevar electricidad hasta el predio por el dominio de las tierras, que es un problema en el que vienen trabajando el municipio y la provincia", señaló Nicoletta.
Según los datos brindados en esa oportunidad por el titular del emprendimiento, cada bolsa de 40 kilos de alimento balanceado tenía un valor de alrededor de 50 pesos. Éste se complementa con pellets de afrechillo y alfalfa que él mismo produce.