Con cerca de 400 cabañas en actividad en el país, Hereford se consolida como "la raza sin fronteras" o "la raza 4x4", según rezan los eslóganes preferidos por sus seguidores.
En este 2008, el almanaque ha marcado los 150 años de la llegada de Hereford a la Argentina, aunque su origen se remonta a mucho tiempo atrás.
Nadie mejor que alguien que está "empapado" en el tema para que comente las actividades que se están desarrollando, cómo es el momento que vive la raza y cuáles son las perspectivas a futuro en este año de celebración. Hernando Grandolini (foto) es inspector de la Asociación Argentina de Criadores de Hereford (AACH), una entidad que tiene su sede en la Capital Federal. Su función es la de controlar cabañas que se dedican a uno de los programas que lleva adelante la entidad, el Puro Registrado (ver aparte). Recientemente estuvo en la región, visitó algunos establecimientos que se dedican a la cría de ejemplares de la raza y dejó sus impresiones.
De entrada disparó: "Hereford es una raza que se adecua a diversas zonas, pero encuentra las mejores condiciones para su desarrollo en el sur, acá, en la región en la que estamos e incluso mucho más abajo en el mapa".
Cabe aclarar que la AACH tiene dividida la Argentina en tres grandes zonas de cría: primero, la que abarca desde el centro de la provincia de Buenos Aires hacia el sur, que incluye Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego; luego el área Litoral, que abarca Misiones, Entre Ríos y Corrientes, más algunas partes de Chaco y Santa Fe, y por último la región centro-oeste, en la que están incluidas La Pampa, Córdoba, San Luis y las provincias del norte.
Dice Grandolini que en la zona sur la raza se desenvuelve muy bien debido a su rusticidad, a la gran adaptación al frío que posee y especialmente a su mansedumbre, una cualidad muy valorada en campos de grandes extensiones. Tal es su adaptación a las condiciones climáticas imperantes en el sur, que es posible encontrar animales Hereford en Tierra del Fuego o en la zona de El Calafate, con el glaciar Perito Moreno como telón de fondo. "En toda la Patagonia hay muy buen Hereford", afirma el inspector de la AACH.
CÓMO SE TRABAJA CON HEREFORD
Las cabañas que están en el programa Puro Registrado realizan una selección anual de animales, generalmente de entre 18 y 24 meses, los que son controlados por inspectores de la asociación que deben certificar los avances que ha realizado el productor con su hacienda.
Participar en alguno de los programas Hereford implica ser socio de la institución, en primer lugar, y luego, aceptar un detallado reglamento que en todos los casos persigue un solo objetivo: el mejoramiento de la raza. "Para ello, se cuenta con gran cantidad de herramientas que se han ido sumando, como lo es este plan de selección por el cual los inspectores visitan una vez por año cada cabaña y clasifican los animales", explica Grandolini.
Luego aclara que "allí se descartan aquellos que no reúnen las condiciones que tiene que tener la raza. Los aprobados son marcados a fuego y quedan como animal puro registrado".
Aquellos interesados en pertenecer deben saber que no existe un número mínimo de animales para comenzar con un programa. "Actualmente existen cabañas que tienen 50 madres y otras que sobrepasan las 5.000", indica Grandolini como para dejar bien claro que esto no es cuestión de cantidad sino de calidad.
Los animales aprobados tienen el respaldo de la Asociación de Hereford, mientras que el productor es quien decide el destino de los que no pasan el control.
ALGUNOS REQUISITOS
Como se indicó, trabajar a partir de un programa de la asociación no significa que haya que arrancar con un número determinado de hacienda, aunque sí hay que cumplir ciertos requisitos.
En primer lugar, el criador-productor tiene que dar servicio a sus vacas registradas con padres puros de pedigrí; esto puede ser a través de inseminación artificial o bien mediante el servicio natural, ambos son válidos.
Otra cuestión a tener en cuenta es que cada cabaña tiene asignado un número de plantel que está registrado en la Asociación de Hereford, por lo cual debe presentar los animales correctamente tatuados para su inspección.
Es indispensable, además, tener en regla toda la documentación correspondiente al animal.
Cada año, la asociación autoriza a inspeccionar un número determinado de ejemplares de acuerdo con el stock de madres registradas por el productor.
PASO A PASO
Cualquier criador de Hereford puede entrar en el programa, que comienza con el primer escalón de hacienda general; la primera clasificación de hembras se denomina "vip" o "vientre pampa". Esta hacienda debe ser cruzada con padres puros de pedigrí, de las que nacerán hembras puras registradas, mientras que los machos de la nueva parición no son tenidos en cuenta por la asociación.
Una nueva cruza de estas hembras PR nacidas con padres PP dará lugar a hembras y machos reconocidos como "puros registrados".
Hay que tener en cuenta que la primera vez que la asociación hace un registro sólo se aprueba un 40% del 80% del total de hacienda, es decir que de un plantel de 20 animales quedan 16 (el 80%) y de éstos se registran los cuatro mejores (el 40%).
A partir de allí, con cada parición anual se irá registrando un número mayor de ejemplares.
VENTAJAS
Ahora bien, ¿cuál es la ventaja de pertenecer a los programas de la asociación? "En primer lugar,
la hacienda adquiere valor", responde Grandolini. En el mercado actual se ha llegado a conseguir un diferencial de precio de entre un 20 y un 40% respecto del resto de los animales presentados a la venta.
Y el inspector va más allá: sostiene que, "desde el punto de vista del comprador, el hecho de que los animales estén registrados y marcados es una garantía. Si un inversor decide incursionar en ganadería, sabe lo que está comprando y, al mismo tiempo, se evita dar todos los pasos que han venido siguiendo los criadores desde que arrancaron de cero".
MIGUEL ÁNGEL VERGARA
mvergara@rionegro.com.ar