La producción ganadera al sur del río Negro no ha logrado alcanzar un desarrollo pleno en su mejoramiento genético debido a las trabas que imponen las barreras sanitarias para la libre circulación de reproductores de valor en pie para su utilización en los rodeos.
Pero una experiencia reciente que se puso en marcha en la zona de El Cuy abre nuevas posibilidades para el enriquecimiento de la hacienda regional en lo que respecta a su calidad y pureza.
Allí, en el establecimiento "La Popotona", propiedad de Daniel Hutter, se realizó hace pocos días la transferencia de 40 embriones congelados preparados en laboratorios de Buenos Aires por Genética Mediterránea con donantes propios de la cabaña, los que fueron implantados en animales receptores provistos por este campo ubicado en la Región Sur.
Esta práctica, que en principio se realizó para mejorar la genética del rodeo de Polled Hereford que se cría en campos de la zona de Tricaco y La Redonda, abriría a futuro un gran abanico de posibilidades de desarrollo en la materia para toda la región patagónica. Es que si se consigue avanzar en la producción de animales de alto valor genético que a su vez permitan la recolección de embriones, la región estaría en condiciones de exportarlos a todo el mundo porque cuenta con un plus sanitario que marca la diferencia con otras zonas de la Argentina: es libre de aftosa sin vacunación.
La falta de ese estatus es lo que hoy impide al resto del país tener un gran desarrollo en la exportación de embriones congelados, ya que la mayoría de los países que demandan este tipo de productos se niega a adquirir genética de aquellas regiones en las que se esté vacunando a la hacienda bovina. Hoy sólo hay mercado en Sudamérica y alguna venta que se ha hecho a Inglaterra.
Por ahora, las expectativas están centradas en cómo evolucionará la experiencia desarrollada en el campo de Daniel Hutter, en el que se espera que para agosto del año entrante nazca entre el 40 y el 50% de los embriones transferidos.
El médico veterinario Juan Carlos Hutter fue el encargado de materializar la práctica a campo y explicó a "Río Negro Rural" las ventajas que tiene su aplicación. En este sentido, indicó que se descarta la necesidad de tener un laboratorio, ya que la transferencia embrionaria se realiza en forma directa, similar a una inseminación aunque con un proceso que se denomina "inovulación". La diferencia reside, precisamente, en que en la inseminación se coloca
semen mientras que en la inovulación se hace lo propio con embriones.
En la transferencia de embriones congelados, éstos son traídos desde los centros en los que están los donantes directamente al campo donde se realizará la práctica. "Esto implica que cualquier productor con un lote de receptores, en el término de un año puede pasar a ser un criador de animales de alto valor genético con el solo hecho de adquirir un lote de embriones congelados por esta nueva tecnología", destacó Juan Carlos Hutter.
La nueva técnica se denomina "Direct Transfer" (DT), comenzó en Estados Unidos hace algunos años y permite la conservación de embriones congelados para su transporte por medio de un alcohol llamado etilenglicol.
Esta técnica viene a reforzar y complementar las ya existentes, como la inseminación artificial a tiempo fijo (IATF) o sistemática, que logra sincronizar la ovulación de un grupo de vacas para determinado día, lo que otorga la posibilidad de realizar varias inseminaciones en una sola jornada.
La IATF permitió reducir a sólo nueve días una tarea que duraba tres meses y que ya antes de empezar era descartada por los productores por ser demasiado engorrosa. Pero ahora se dio un paso más: se puede sincronizar la ovulación de un lote de animales y, luego de una semana, en lugar de inseminarlos se les coloca en el útero un embrión de siete días de edad, que trae garantizado en sus genes un ejemplar de calidad premium.
Esto permitirá que zonas que hoy son marginales para la práctica de la ganadería, como las ubicadas al sur del río Negro, ocupen en el futuro un lugar destacado en la producción nacional y alcancen un rol de importancia en los mercados de exportación.
MIGUEL ÁNGEL VERGARA
mvergara@rionegro.com.ar