El mercado frutícola ingresa en un nuevo equilibrio. El escenario según cuyos parámetros se manejaban los ejecutivos regionales hace sólo un par de meses dio un giro de 180 grados.
Las buenas expectativas que habían generado los anuncios sobre mermas de la cosecha de frutas en el hemisferio norte -en agosto del 2008- fueron fagocitadas por los acontecimientos posteriores.
Muchos de los países de Europa Central ya hablan de recesión y de fuertes caídas en el consumo.
Los indicadores macroeconómicos de la UE-15 y de Estados Unidos muestran que los efectos de esta crisis se harán
sentir en el primer semestre del 2009, cuando la oferta exportable del Valle sea vendida en esos países.
Si bien las peras y las manzanas son alimentos y la gente no deja de comer, la fruta es lo primero que recorta un consumidor a la hora de hacer un ajuste en la economía familiar. La competencia con las frutas alternativas por el posicionamiento en el mercado será, en este sentido, muy fuerte.
La crisis financiera internacional, sumada a la profunda incertidumbre en que está sumergido el país, generó cambios en determinadas variables que tendrán un impacto negativo en la fruticultura regional.
" Problemas de financiamiento. El primer impacto de la crisis bursátil internacional es la fuerte restricción del crédito. Hoy los grandes bancos del mundo no se prestan entre sí y menos aún
otorgan créditos a empresas ligadas al consumo. Sin fondos frescos disponibles, la fruticultura regional encontrará un "cuello de botella" al inicio de la temporada. Por otra parte, las últimas medidas adoptadas por el gobierno de CFK -la estatización de las jubilaciones- repercutieron negativamente en los bancos argentinos y las dificultades para otorgar cualquier tipo de crédito en el actual escenario económico-financiero son casi imposibles de sortear.
Anualmente la actividad frutícola del Valle necesita alrededor de 150 millones de dólares para comenzar su ciclo comercial, valor que representa el 30% del total de las exportaciones.
Hasta ahora, estos fondos llegaban de la mano de una herramienta financiera clave: la prefinanciación de exportaciones.
Con las operaciones de crédito restringidas, se presentan dos escenarios para la fruticultura: uno es el que deberán enfrentar las grandes empresas, que podrán conseguir fondos en el mercado internacional pero a tasas mucho más caras que las que venían pagando, si tienen las garantías para ello. Otro es el que afectará a las pequeñas y medianas empresas, que deberán conseguir financiamiento local, hoy a tasas superiores al 30% anual. Esta situación generará un aumento del costo de financiamiento que terminará siendo absorbido por la fruta que se venderá en los mercados.
" Redireccionamiento de la oferta exportable. Rusia sigue siendo la gran incógnita para la fruta del Valle. La reciente firma del acuerdo fitosanitario entre ese país y el nuestro y la puesta en marcha local de un registro de
exportadores (ver página 4) permiten prever un menor volumen de exportación hacia ese destino para la próxima temporada.
El mercado ruso es sumamente importante para la actividad frutícola del Valle de Río Negro y Neuquén por dos causas bien definidas. La primera de ellas es el volumen de la oferta exportable que ese destino absorbe. Las estadísticas oficiales detallan que cerca del 18% de las peras y del 10% de las manzanas del total del comercio en fresco del Valle se orientan a ese mercado (ver infografía). La segunda, es el tipo de fruta que compra; en general, es una plaza que permite "licencias" respecto de la calidad y los tamaños de la fruta que recibe.
Para muchos operadores del mercado Rusia es por este último aspecto el destino más importante para el sistema frutícola regional desde el punto de vista estratégico. Una restricción en el mismo determinará la reorientación de gran parte de los lotes de frutas que se programaba exportar hacia ese destino.
Teniendo en cuenta las características de esta oferta exportable, los excedentes de la misma sólo pueden ser absorbidos -en los volúmenes que se proyectan- por mercados marginales (África, Asia o Europa del Este). Pero los operadores del Valle no tienen canales comerciales alternativos
que puedan recepcionar más del 10% del total de la fruta que hoy se despacha a Rusia. En este sentido hay que ser muy cautos a la hora de hacer grandes cambios en la oferta exportable, puesto que romper los equilibrios del mercado sería sinónimo de millonarias pérdidas económicas.
" Costos para arriba. Desde el gobierno nacional habían dejado trascender que no se debía presionar sobre los salarios. Pero a la región este mensaje no llegó. Los gremios ligados a la fruticultura ya anunciaron que esta temporada pedirán aumentos del 40% para comenzar a trabajar. La posición de los empresarios en este tipo de negociaciones es muy débil, ya que los trabajadores terminan presionando en plena cosecha de peras. Aunque se llegue a un buen arreglo, los sindicatos ya aseguraron que menos del 25% no podrán firmar.
Para los empresarios regionales, la única alternativa a esta ofensiva imparable de los costos es la devaluación. Pero el gobierno está empecinado en mantener el dólar en niveles no muy alejados de los 3,30 pesos durante la primera parte del año próximo (ver recuadro de monedas).
Está claro que el aumento de costos -de la mano de los salarios y del financiamiento- no podrá ser compensado por una baja en
los fletes y la importación de insumos que necesita la actividad. Para la mayor parte de los empresarios consultados, este año habrá que esperar otro salto en los costos de producción cercano al 20%. Obviamente, esto terminará pagándolo la fruta.
" Cosechas completas en el HS. Los datos preliminares señalan que los países del hemisferio sur esperan para esta temporada una producción importante de peras y manzanas. El tiempo favorable acompañó el desarrollo de las pomáceas, salvo en lugares muy puntuales donde bajas temperaturas afectaron la floración de determinadas regiones productivas.
Las proyecciones de una mayor oferta de fruta con un mercado internacional a las puertas de una recesión no arrojan la mejor fórmula económica.
Si bien hasta fines de noviembre las heladas tardías pueden afectar la producción del hemisferio sur, todo indica que habrá una mayor oferta exportable respecto de la consolidada en la temporada anterior. Ésta no deja de ser una mala noticia para los operadores del mercado del Valle, ya que habrá que enfrentar una mayor competencia para colocar y vender la fruta en las góndolas.
Nuevas señales
en el mercado permiten predecir problemas.
Financiamiento, Rusia y costos: los principales factores limitantes.