Pese a la fuerte baja registrada en el último tiempo en el precio de los commodities y a la sequía que afecta grandes zonas productivas, tres economistas coincidieron en resaltar las buenas perspectivas del agro derivadas de una mayor producción y valores "más altos que en los últimos años".
El ex viceministro de Economía Juan Llach y los analistas Gustavo López y Gustavo Oliverio expusieron sus pronósticos en el seminario Agrotendencias que se desarrolló en un hotel porteño.
López y Oliverio presentaron un trabajo según el cual la producción de granos totalizará 90 millones de toneladas, un 7% menos que en el ciclo previo. Ese resultado, explicado principalmente por factores climáticos, se registrará pese a una suba del 5% en la recolección de soja, que llegará a 50,5 millones de toneladas.
Los expertos mencionaron un estudio del Departamento de Agricultura de Estados Unidos según el cual la producción de trigo en la Argentina pasará de 10 millones de toneladas en 2007-2008 a 12,2 millones en 2010-2012, la de maíz subirá de 16 a 20,8 millones y la de soja, de 47,1 a 54,5 millones.
Señalaron luego que el área sembrada disminuirá en esta campaña a 31,3 millones de hectáreas, frente al record histórico de 31,8 millones en el ciclo precedente.
Los granos que se cultivarán menos, según Oliverio y López, serán el trigo (-20%), el maíz (-19%) y el girasol (-2%), lo cual se compensará parcialmente con la soja (6% más de superficie). De este modo, puntualizaron, la producción de trigo en el período 2008-2009 caerá un 31%, a 11 millones de toneladas, y la de maíz, un 24%, a 16 millones.
De todos modos, los especialistas confían en que los buenos precios externos se mantendrán. "Lo más probable es que la burbuja especulativa que permitió un alza desmedida se haya agotado y los valores del complejo granario están hoy más cerca del piso que de un techo", dijeron los expertos.
Llach, por su parte, sostuvo que la clave será el crecimiento de la demanda de los países emergentes, que mejoran sus niveles de ingresos y cambian hábitos alimenticios. Se trata -explicó- de "modificaciones estructurales, no de shocks transitorios, por lo que es altamente probable que el promedio de los precios de los commodities para los próximos 15 años sea mucho más parecido al promedio de lo que va de este siglo que al observado en el último cuarto del siglo pasado".
Según el experto de la Universidad Austral, "la tendencia a la apreciación a largo plazo de las monedas asiáticas es música para los oídos de los productores, porque aumenta el poder adquisitivo y los salarios en dólares de esos países".
Llach puso de relieve asimismo que China comienza a registrar un crecimiento de la demanda interna que supera el de las exportaciones. Probablemente -dijo- empiece a reducirse la tasa de ahorro interno en ese país, "porque ahora ven con claridad el riesgo de respaldarse en los mercados externos". Para Llach, ésta es una buena noticia para los proveedores como la Argentina, que tendrán asegurada una "demanda excedente" por el hecho de que "se están incorporando al consumo sostenido dos tercios de la humanidad".
El ex funcionario añadió a ese panorama la inminencia de una "ola regulatoria" que impondrá restricciones a los mercados de futuros, lo cual beneficiará a los productores al eliminar la "volatilidad de los precios apalancada en forma especulativa". Para la Argentina aconsejó, de todos modos, "todo lo contrario: una mayor profundización de esos mercados".