El gobierno uruguayo reaccionó con profundo malestar contra los funcionarios de sanidad animal que emitieron una alerta pública por un posible caso de aftosa aunque no tenía rasgos de serlo. Por ello el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Ernesto Agazzi, confirmó que el foco infeccioso detectado en el noroeste del país era un caso de brucelosis y nada tenía que ver con fiebre aftosa.
Los funcionarios reivindicaron que Uruguay siempre se ha manejado con transparencia en cuestiones de sanidad animal y que no hay voluntad de ocultar casos que sean perjudiciales para la ganadería oriental. "Si hay aftosa el país se hace cargo del asunto, pero si no la hay y todo es generación de rumores para presionar al gobierno, eso no se puede tolerar", dijo la autoridad uruguaya, molesta por el trascendido.
El secretario de Estado anunció que se abrirá una investigación sobre el comunicado difundido por las autoridades veterinarias de su cartera. En esa declaración se había advertido que podía haber un brote de aftosa en una cabaña bovina de Colonia de Palma. El trascendido generó preocupación entre productores ganaderos y autoridades, aunque horas más tarde se indicó que el caso estaba relacionado con una presión gremial para obtener atención a reclamos salariales. Igualmente el gobierno dispuso una acción inmediata hacia el departamento de Artigas, al norte del país. Uruguay es un país libre de aftosa, pero con vacunación.