Los envíos mundiales de cerezas a Japón estarían registrando un repunte, escenario que podría favorecer al fruto chileno gracias a la desgravación arancelaria que comenzó a regir en abril de este año y que se extenderá hasta el 2014. Así lo indica un informe elaborado por ProChile.
En efecto, en los últimos siete años los envíos de esta fruta han registrado un descenso del 43%, y sólo en el 2006 dicha caída fue del 35%. Esta tendencia, sin embargo, se revirtió en el 2007 al anotar un crecimiento del 5,8% y a junio de este año los envíos de cerezas a Japón aumentaron un 9,9%.
En este escenario, agrega el reporte, las opciones que tienen los productores chilenos son positivas. Y es que a partir de abril de este año el arancel general aplicado a esta fruta bajó del 10 al 6,4%, impuesto que continuará descendiendo. Así, dicha tasa será del 5,3% el próximo año y continuará al 4,3 (2010), el 3,2 (2011), el 2,1 (2012) y el 1,1 (2013).
El informe señala que los productores de cerezas chilenos deben aprovechar la desgravación arancelaria, la cual en forma sostenida y año a año incide en una disminución del precio de ingreso CIF al mercado japonés.
Lo anterior implica establecer relaciones comerciales de largo plazo, considerando que el producto tiene una desgravación a siete años. Respecto de la fruta, el reporte destaca la importancia de mantener homogeneidad en el color y tamaño de las cerezas cuando se venden al consumidor final, quien se fija mucho en estas características y prefiere, además, el color rojo. De ahí la necesidad de informar más al consumidor sobre las diferentes variedades.
REGULARIDAD Y CALIDAD
El informe señala que se debe proveer al mercado japonés con regularidad y teniendo siempre presente que la calidad que exige esta plaza es la mejor.
Para resguardar que el producto que ingresa posea todas las cualidades dicha nación establece diversas normas que el exportador debe conocer. Destacan la ley de Protección Vegetal -creada para prevenir el ingreso de enfermedades parasitarias- y la de Sanidad Alimentaria. En ambos casos el productor debe presentar diversos documentos al momento del ingreso del producto. A ello se agregan normas de etiquetado -que incluyen no sólo el nombre del producto y el países de origen sino también el material de la caja que lo contiene- y la ley sobre el Sistema de Lista Positiva para restos de residuos químicos de productos alimenticios.
(Fuente: "Revista del Campo")