Las exportaciones regionales de peras hacia Brasil totalizaron en los primeros ocho meses del año 97.956 toneladas, volumen que representa una suba del 6,5% respecto de lo comercializado durante el mismo período del año anterior.
La cifra es la más alta de los últimos 10 años, en los cuales los despachos hacia ese destino han mantenido su tendencia creciente desde el 2003, año que coincidió con el cierre de la frontera para las frutas argentinas con destino al vecino país. A la suba de volumen hay que adicionar el incremento de precios observado esta temporada (ver infografías). De acuerdo con datos dados a conocer por el sector privado, las cotizaciones en góndola mostraron subas en reales de entre el 30 y el 60% respecto del año anterior. Las estadísticas oficiales destacan asimismo que el precio FOB -declarado por los exportadores a la Aduana al cierre de agosto- creció un 26% en forma interanual. En ese período Brasil importó peras por un valor de 74,5 millones de dólares, para convertirse en el segundo destino en importancia para las peras argentinas.
En manzanas se observan algunas diferencias: se exportó menos volumen pero los ingresos fueron mayores. Datos oficiales destacan en este sentido que los envíos de este producto hacia Brasil totalizaron -al 30 de agosto del corriente- algo más de 28.000 toneladas, valor que muestra una caída del 9% respecto de la temporada anterior. La facturación se ubicó en cerca de 24 millones de dólares, un 38% por encima del consolidado del 2007.
Una simple cuenta permite advertir que lo más significativo fue el precio FOB de la manzana declarado por los exportadores. El promedio se ubicó en 830 dólares por tonelada, un 50% superior al declarado en los primeros ochos meses del año pasado.
El mercado brasileño se mantiene muy firme. Sobre el final de la temporada todo muestra que será uno de los mejores años para la fruta regional orientada hacia esa plaza. "Fue una excelente temporada. Los valores obtenidos en destino superaron con holgura los conseguidos en los mercados de ultramar", señaló un ejecutivo regional al ser consultado por el tema.
FUTURO INCIERTO
Hasta ahora con Brasil funcionó todo muy bien. Pero existen muchas dudas sobre el futuro de este mercado. Cuatro son las variables que deberán tenerse en
cuenta para proyectar la tendencia que pueden experimentar las ventas regionales de frutas durante la próxima temporada en el vecino país:
" el volumen de la cosecha brasileña de manzanas,
" el nivel de crecimiento económico del Mercosur,
" la evolución de la paridad cambiaria peso/real y
" la tendencia de los costos internos del sistema frutícola del Valle.
Para muchos operadores ligados a la actividad, el fin de la fiesta llegó a los mercados emergentes. La crisis financiera internacional, que repercutirá en toda la región, sumada al desequilibrio generado por los altos costos que hoy debe enfrentar la fruticultura valletana, permite entrever que lo que se vivió este año en materia de comercio frutícola difícilmente se repita la próxima temporada.