El Servicio Federal para el Control Veterinario y Fitosanitario de la Federación Rusa (SVCVF) anunció la limitación temporaria -a partir del 1 de octubre- de las importaciones de frutas provenientes de la Argentina, incluyendo aquellas que ingresan a través de terceros países.

La carta recibida en la Cancillería de nuestro país el 19 de setiembre -con copia al Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa)- fue dada a conocer públicamente esta semana, luego de que la Federación de Citrus de la Argentina (Federcitrus) se enterara de boca del organismo sanitario nacional que parte de su oferta exportable, que ya estaba embarcada y en camino hacia el mercado ruso, podría tener problemas para ingresar.

La limitación temporaria de las importaciones rusas complica también el escenario para la próxima temporada de las peras, las manzanas y las uvas de mesa que se producen en los Valles de Río Negro y Neuquén: hacia ese mercado anualmente se destinan algo más de 200.000 toneladas de fruta, computando sólo estos tres productos que salen de la región. El cierre parcial o total de las fronteras a las exportaciones terminará generando pérdidas millonarias para todo el sistema.

Otro dato a tener en cuenta es que los valores regionales sobre venta FOB hacia ese destino totalizaron en lo que va del 2008 alrededor de 140 millones de dólares.

En la misiva que llegó a nuestro país -fechada el 18 de agosto en origen- el director del organismo sanitario ruso, Serguei Dankvert, asegura que el texto tomado como propuesta desde la Argentina -que contemplaba un acuerdo sanitario entre ambos países- fue modificado del original, lo que resulta "inadmisible de aceptar por parte de las autoridades rusas". Destaca, asimismo, que "como resultado de la posición pasiva de la parte argentina en esta cuestión es que en el curso del 2008 solamente en el control parcial de muestras se encontró una gran cantidad de productos con niveles de pesticida que superan los admisibles como máximos y que esto representa un peligro para la salud de los ciudadanos rusos". Las limitaciones a las importaciones -se destaca en otra parte del escrito- continuarán vigentes hasta que la Argentina demuestre que las tolerancias requeridas son cumplimentadas tal lo conversado en las reuniones previas entre ambos gobiernos.

Los productos alcanzados por esta nueva medida son: peras, manzanas, uvas de mesa, naranjas, limones y mandarinas.

PRUEBAS REMITIDAS

El gobierno ruso aduce, a través de informes fehacientemente documentados, que la mayor parte de la fruta argentina que llega a ese destino no cumple con los requisitos fitosanitarios exigidos por ese país. Y no se equivoca: gran parte de los agroquímicos utilizados en la Argentina (y, dentro de ella, en los valles de Río Negro y Neuquén) hoy es cuestionada por la administración sanitaria rusa y las exigencias impuestas en materia de residuos resultan hoy imposibles de cumplir por la fruticultura regional.

En la infografía se pueden observar los productos utilizados en el Valle y las tolerancias máximas permitidas en los distintos mercados. Como se puede apreciar, las exigencias rusas en relación con muchos productos que son claves en el control de plagas de la región resultan de cumplimiento casi imposible.

Un informe reservado del SVCVF detalla que varias fueron las inconsistencias encontradas en esta temporada en las frutas argentinas que llegaron a ese destino, por contener pesticidas en cantidades que superaban los niveles máximos admisibles por ese país.

En el mismo documento se resalta que durante esta temporada se tomaron muestras al azar entre la fruta fresca proveniente de la Argentina (peras y manzanas): todas ellas resultaron con excedentes de pesticidas. Asimismo, en esa mercancía no se contemplaban -según lo requiere la legislación rusa- los agroquímicos utilizados durante la producción y almacenaje, así como tampoco el último tratamiento que se había aplicado a la fruta inspeccionada. El informe en cuestión revela los volúmenes exportados y los nombres de las empresas regionales que habrían incumplido los requisitos exigidos por el organismo fitosanitario ruso. También destaca que se produjeron 87 rechazos de fruta argentina por excedencia de los límites máximos de residuos.

FUTURO INCIERTO

La situación es, sin duda, compleja. En una primera impresión, los actores de la fruticultura regional estarían en inferioridad de condiciones a la hora de exigir cambios al gobierno de Dmitri Medvedev, ya que la posición rusa parece inflexible.

El tiempo apremia para la fruticultura del Valle. En las próximas semanas tendría que estar definido un principio de acuerdo entre ambos países para que no existieran restricciones a las exportaciones de peras, manzanas y uvas de mesa de la región con destino al mercado ruso. Pero hay muchas dudas al respecto.

Los empresarios regionales son conscientes de que están frente a un verdadero problema y de que las nuevas medidas del gobierno ruso son una barrera paraarancelaria para los países que exportan hacia ese mercado.

En principio, hay que decir que los límites fitosanitarios que Rusia impone a las frutas argentinas son los mismos que exige a todos los países.

Cabe aclarar que Rusia no puede dejar de comprar de un día para el otro manzanas de la UE y del hemisferio sur, ya que estos dos bloques económicos aportan el 60% del total de sus importaciones.

Según fuentes del sector privado, en esta temporada muy pocos fueron los rechazos oficializados al ingreso de fruta de la UE al mercado ruso. Ahora bien, una cosa es que las autoridades fitosanitarias rusas rechacen en frontera un camión con productos de la UE que lleva, en promedio, unos 20 pallets que pueden ser redistribuidos en otros destinos cercanos y otra totalmente distinta, que esas mismas autoridades no dejen entrar un barco con 4.000 pallets de fruta argentina que tienen muy pocas posibilidades de ser reorientados para su venta. En este último caso, los costos son infinitamente mayores.

La otra cuestión es que en el Valle hay muchas empresas "rusodependientes", lo cual se colige de la participación de los despachos con esa dirección en el total de los destinos de ultramar a los que envían su fruta: en el caso de varias firmas regionales, este mercado concentra más del 60% del total de la oferta exportable. El dato no es menor a la hora de computar quiénes serán los más afectados por el cierre parcial o total de las fronteras de la Federación Rusa.

JAVIER LOJO

jlojo@rionegro.com.ar