El Archivo Visual Patagónico de Bariloche surgió de la necesidad de rescatar la memoria de las familias pioneras que habitaron la región de los lagos y su entorno a través de las más variadas colecciones fotográficas. De esta manera se logró abrir una ventana hacia el proceso histórico de la inmigración en la zona, iniciada hacia fines del siglo XIX.
"En casi todas las familias pioneras de Bariloche, originarias en su mayoría de Alemania, Suiza, Chile e Italia, las fotografías que se han ido registrando a lo largo de los años conforman una riquísima colección de mudos documentos visuales", afirma el director del archivo, Federico Silin.
"Algunas yacen junto a otras en prolijos álbumes confeccionados por algún familiar, otras duermen en algún armario o caja de alguna olvidada habitación y otras circulan de mano en mano. El Archivo Visual Patagónico intenta construir una herramienta esencial de salvaguarda, protección y conciencia social de documentos y colecciones familiares en peligro de 'extinción'".
En el 2004, Silin comenzó a desarrollar este proyecto digitalizando imágenes fotográficas vinculadas con la expresión arquitectónica y urbanística de la ciudad sobre la base de colecciones de varias familias pioneras, entre ellas la familia Jones (ver "Historia de Vida"). El casco de estancia de Tequel Malal y las casas aún en pie de la familia Jones, así como las situadas en las nacientes el Limay, son verdaderas piezas para el análisis: no sólo conjugan los elementos que se utilizaban para su construcción sino que concentran el bagaje cultural que adosaron estos pioneros. La casa del río tiene un vistoso estilo far west y el casco de la estancia Tequel Malal, la impronta de las casas construidas por los ingleses en la India. Cuentan las descendientes de Jarred Jones que su abuelo recibía una revista inglesa en la cual salían planos y plantas numerados de casas como las que los ingleses construían en algunas de sus colonias. Jarred y su esposa escogieron una y recibieron planos y moldes para fabricarla. Jones instaló una carpintería y como maestro mayor de obras dirigió la construcción del casco de estancia (ver foto inferior), muy adecuado para una familia numerosa como la suya. Una rareza que introdujo el estilo anglo-hindú en la Patagonia.
Desgraciadamente esa casa se incendió en 1987. Era toda de madera y fueron suficientes unos minutos para que el fuego la consumiera. La había heredado el menor de los hijos de Jones, Charly, quien vivía en Buenos Aires y venía a pasar los veranos a la estancia. Una cocina económica que había funcionado durante 70 años sin problemas y habían cambiado a gasoil permanecía encendida; la madera no soportó la temperatura constante y se incendió. Pero la casa perdura en fotos y en el recuerdo de algunos pobladores y es parte del patrimonio del Archivo Visual Patagónico.
Este archivo es fundamental para guardar la historia, el equivalente a guardar experiencia. Y Federico Silin está empeñado en hacerlo: "El Archivo Visual Patagónico tiene como principal objetivo recuperar, reunir, organizar, conservar, restaurar y poner a disposición de los interesados las colecciones fotográficas para su análisis y utilización. Esta iniciativa abarcó un análisis de toda la documentación relevante, su clasificación y digitalización para un uso académico y no comercial. De esta manera fue necesario emplear diversas plataformas digitales como escáneres, cámaras digitales, software de edición y restauración de imágenes y una base de datos de almacenamiento con el fin de cumplir con los estándares requeridos para la difusión de los archivos fotográficos. Como guía para la implementación de esta iniciativa se tuvo en cuenta el modelo de la Librería del Congreso de Washington, Estados Unidos, específicamente su proyecto American Memory (www.loc.gov)", explica el entusiasta director de la institución.
(S. Y. )