Siguiendo la metodología utilizada en el Análisis Sistémico 2001-2005, que permite mediante un método simplificado analizar distintas partes de la evolución del negocio, la Secretaría de Fruticultura de Río Negro ponderó los costos promedios en dólares/kilogramo que insumiría la preparación de un bulto para ser exportado a Europa (incluye Rusia) y a Brasil.
Los costos considerados representan un valor FOB de carácter orientador, sin la fruta, lo que permite tener una idea de su evolución en el período 2001-2008. En ellos se incluyen los insumos y materiales, los gastos de empaque, enfriado y conservación, administrativos, de comercialización y de financiamiento y los derechos y reintegros, sin considerar impuestos.
Del análisis de estos datos se desprende una fuerte tendencia creciente de los costos, así como que el incremento respecto del año anterior fue del orden del 20% y en comparación con el 2002, del 120%.
El estudio destaca que en el 2001 la fruticultura no contaba con derechos a la exportación y había reintegros y reembolsos, cuyo efecto consistió en reducir los costos totales. Esto se modificó a partir del 2002, cuando se establecieron derechos y se redujeron los reintegros y reembolsos, cuyo efecto redundó en un incremento.
En informes anteriores se presentaron los precios promedios de importación o mayoristas para los distintos mercados y su evolución en el tiempo, incluyendo la determinación de un "valor mercadería" que orientaba acerca de posibles valores de venta.
Estos valores, que también
presentaban una tendencia creciente en el tiempo, deben analizarse con los costos para tener una mejor visualización de cómo evoluciona el negocio regional.
Después del 2005 (año de precios bajos) la mejora operada en los precios internacionales en dólares permitió ir atendiendo esta suba de los costos, básicamente gracias al fortalecimiento de las monedas en los países de destino con respecto al dólar.
El informe de la Secretaría de Fruticultura destaca en otro de sus puntos que hay que estar muy atentos a la evolución permanente de ambas variables (precios y costos), ya que define el negocio y la competitividad.
LO QUE SE VIENE
Los costos son elevados y la competitividad sigue cayendo.
Para esta temporada los gremios ligados a la fruticultura presionarán con un pedido de aumento salarial en torno del 30%. Teniendo en cuenta que la actividad requiere mano de obra intensiva, este incremento pegará de lleno en la estructura de costos del sector.
El otro punto a tener en cuenta son los fletes. La suba del precio internacional del petróleo se trasladará a aquéllos. Considerando que más del 50% de las exportaciones de frutas regionales se orienta a los distintos mercados de ultramar, esta variable influirá también negativamente en la estructura de costos a futuro.
Desde la salida de la convertibilidad, la compensación a la suba de los costos internos de la actividad estuvo dada por una competitiva paridad cambiaria -hoy ya casi nula para la fruticultura- y los buenos precios que alcanzaron las peras y las manzanas en los mercados de destino. Estas variables pueden llegar a modificarse y, con este escenario, llegarán los problemas.
(Redacción Central/Sefrn)