Los números de la ganadería argentina no cierran.
Las estadísticas oficiales -que dicho sea de paso cada vez se restringen más desde la llegada de Ricardo Echegaray a la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (ONCCA)- muestran que la liquidación de vientres sigue sin freno y la faena crece de la mano de las hembras. Dicho de otro modo: el campo se está desprendiendo de la "fábrica" de terneros (vacas y terneras) para reorientar su producción hacia los granos.
Estudios del sector privado detallan que la ganadería perdió cerca de 5 millones de hectáreas desde 1995 a manos de los cultivos anuales. En la actualidad esta tendencia se mantiene; las estadísticas oficiales así lo remarcan.
Un reciente informe elaborado por la Cámara de la Industria Cárnica (CICCRA) detalla que en el período comprendido entre enero de 1990 y abril del 2008, los cinco meses con mayor nivel de faena se ubicaron entre el segundo semestre del año pasado y el primer cuatrimestre del corriente. En orden descendente fueron: noviembre (1,42 millones de cabezas), octubre y agosto del 2007, seguidos por abril (1,37 millones) y enero del 2008.
El elevado nivel de faena está vinculado con el hecho de que el sector pecuario se halla inmerso en un peligroso proceso de liquidación de hembras y, por consiguiente, de reducción del stock vacuno. Sin entrar a analizar las razones por las cuales los productores consideran inoportuno invertir en el desarrollo de la ganadería local, lo cierto es que la liquidación de vientres continuó en los primeros cuatro meses del 2008 y ya acumula 19 meses ininterrumpidos de crecimiento. Un dato realmente preocupante.
No caben dudas de que las medidas oficiales tendientes a controlar el mercado interno de carnes rojas desestimuló toda posible inversión en el sector y fueron muchos los productores que terminaron abandonando totalmente la actividad para dedicarse de lleno a la producción de granos.
Con el eslogan oficial -que no deja de ser una falsa opción para el consumidor- de que "todos los argentinos tienen derecho a comer carne", el país dejó de invertir y producir cuando, paradójicamente, el mercado internacional se encuentra en un momento único: con tasas de demanda crecientes y precios de la carne en sus máximos históricos.
De mantenerse la tendencia de los últimos 24 meses, los stocks ganaderos continuarán cayendo y para poder mantener un consumo por encima de los 60 kilos por habitante el país en no más de cinco años deberá comenzar a importar carne para poder abastecer su mercado interno, algo impensable hace tan sólo una década atrás, cuando la Argentina era líder en la producción y exportación de carne vacuna. Lejos quedaron hoy las estadísticas de aquellas épocas.
NÚMEROS DEL AÑO
El estudio de CICCRA señala que en el primer cuatrimestre del 2008 se faenó un total de 4,66 millones de cabezas, cifra similar a la registrada en igual período del año pasado. El crecimiento intera
nual fue del 1,5%, es decir que se sacrificaron apenas 69.390 cabezas más que un año antes. Pero lo significativo fue la composición de la expansión registrada: entre enero y abril del 2007 e idéntico período del 2008, el crecimiento de la faena nacional fue explicado por la participación de las hembras. En total se sacrificaron 188.200 cabezas más que en similar lapso del 2007 (+9%). En cambio, la faena de machos disminuyó en 118.810 cabezas (-4,8%).
Las estadísticas oficiales muestran en este sentido que la participación de las hembras en el total de la faena se elevó hasta el 49,1% del total (cifra que representa 2,28 millones de cabezas), lo que sig
nificó un record para el período analizado desde 1990 hasta la actualidad (ver infografías). Por otro lado, el dato mencionado resulta muy superior a los valores observados en la fase de liquidación del ciclo '95-'98, cuando la importancia relativa de las hembras había alcanzado el 46,9%.
En línea con los elevados niveles de cabezas faenadas, la producción de carne vacuna también viene marcando records. El informe remarca en este sentido que entre los seis meses con mayor nivel de producción, tomando el período 1996-2008, cinco correspondieron al comprendido entre agosto del 2007 y abril del 2008.
El dato crítico en esta relación es que se están faenando más cabezas pero esto no se refleja en la producción (ver relación 2008/ 2007 en las infografías). En definitiva, esto da cuenta de que la ganadería no sólo se está desprendiendo de vientres sino también de animales más pequeños en lo que a peso se refiere; es decir que hay una liquidación de stocks generalizada.
En la medida en que el gobierno no cambie su política de desestímulo al sector ganadero, las tendencias observadas se profundizarán y el país terminará importando carne a precios internacionales.
JAVIER LOJO
jlojo@rionegro.com.ar