La Unión Europea (UE) unificó las normas comunitarias para el uso de pesticidas, según informó la presidencia eslovena del Consejo Europeo al margen de un encuentro de los ministros de Agricultura de la UE en Luxemburgo celebrado el pasado 23 de junio.
El objetivo de esta reglamentación es simplificar los procesos de autorización y establecer altos estándares de seguridad unificados. La iniciativa aún debe ser aprobada por el Parlamento Europeo. Según los diplomáticos, esto podría ocurrir en otoño (boreal).
En caso de que los pesticidas contengan sustancias que pueden provocar cáncer, dañar el patrimonio genético o causar infertilidad, están completamente prohibidos. En el caso de otros medios con sustancias peligrosas, las empresas pueden pedir un permiso de excepción a la comisión. Cinco años después de su implementación, se verificará si la normativa ha sido efectiva.
La controvertida decisión fue inmediatamente criticada por los sindicatos agrícolas y varios estados miembros que dijeron que cualquier restricción sobre los plaguicidas, herbicidas y fungicidas podría tener enormes repercusiones para la producción de alimentos, forzar los precios todavía más y dar lugar a un incremento de las importaciones.
Las medidas, que aún deben ser ratificadas por el Parlamento Europeo, obligarían a los agricultores a dejar de usar sustancias que son tóxicas para los seres humanos. Entre éstas se incluyen los químicos carcinógenos y los que pueden afectar las hormonas humanas o la reproducción.
El uso de pesticidas ya no sería aprobado de manera nacional sino regional.
Estas nuevas reglas reemplazarían la legislación sobre pesticidas vigente desde 1991 y han causado polémica entre los diversos países que conforman la Unión Europea. Algunos, como Eslovenia, defienden la iniciativa, mientras que otros consideran que la prohibición debería ser aún más estricta. Pero también están los que, como el Reino Unido, advierten sobre el impacto que las nuevas medidas podrían tener sobre la protección de cultivos.
La agricultura de Europa y grupos de fabricantes de sustancias químicas están furiosos con la decisión del Consejo. Tienen el apoyo de Britain's Pesticides Safety Directorate, un organismo gubernamental, y de los gobiernos del Reino Unido, Irlanda, Hungría y Rumania. El Directorate ya ha advertido que la proyectada legislación podría dar lugar a desregistrar a un 15% de los productos existentes en el mercado inmediatamente y un 24% más que sería reemplazado en un plazo de cinco años.