Los precios de los alimentos en el mercado internacional continúan firmes y las expectativas de corto plazo indican que este escenario no se modificará abruptamente, si bien existen señales de desaceleración en la economía del globo que condicionarían las actuales tasas de crecimiento.
La suba de precios en determinados productos está dada fundamentalmente por dos variables: la demanda propia de la expansión del mercado -cuyos motores son hoy China, India y núcleos de Asia oriental- y la especulativa, relacionada con la migración de ahorros en dólares hacia los commodities -fondos comunes de inversión que buscan salvar las pérdidas que tuvo la moneda norteamericana- en los últimos años.
En el caso de la fruticultura internacional, los aumentos de precios registrados en las últimas temporadas estuvieron dados pura y exclusivamente por un desequilibrio en el mercado tradicional entre la oferta y la demanda. En este tipo de productos es bajo el margen especulativo que puede presionar sobre las cotizaciones.
Los últimos datos elaborados por el departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) son contundentes en este sentido. Conforme a los distintos reportes presentados por los países productores de manzanas, el estudio en cuestión detalla que en la temporada 2007/2008 la cosecha mundial de este tipo de productos totalizó 43,2 millones de toneladas, volumen que representa una merma del 9% respecto del año anterior. En términos absolutos las menguas están en el orden de los 4,3 millones de toneladas, cifra que llega a los 5,4 millones cuando se comparan las temporadas '07/'08 y '05/'06.
Para merituar la importancia de la caída de los últimos años, se puede decir
que esos 5,4 millones de toneladas representan cerca de 10 veces el volumen que comercializa anualmente en fresco la Argentina con manzanas, sumando los mercados interno y externo.
Las mermas en la oferta generaron, sin duda, una presión positiva sobre los precios que, en la mayoría de los casos, se vieron reflejados en el mercado.
La misma tendencia se observó en el comercio internacional de peras. Las estadísticas preliminares señalan que las pérdidas de cosecha para la temporada 2007/2008 llegaron al 4% respecto del ciclo anterior, cifra que en valores absolutos de producto representa cerca de 760.000 toneladas en la temporada.
PRECIOS EN ALZA
En los últimos años las cotizaciones de las pomáceas mostraron, en general, una tendencia creciente de precios en los mercados y la región ha aprovechado este escenario producto de la caída progresiva de la oferta de fruta en el mundo.
Las estadísticas oficiales destacan en este sentido que los precios promedios FOB, declarados por las empresas argentinas respecto de las exportaciones de manzanas, crecieron en el período 2008-2005 cerca del 45%, mientras que los de peras lo hicieron a una tasa del 35%.
La apertura de nuevas plazas a raíz del posicionamiento de los containers en el comercio internacional fue otro de los factores que permitieron incrementar los destinos de la oferta exportable mundial y descongestionar los potenciales "nudos" del mercado.
La demanda está muy tonificada y existen nichos en los mercados en que, trabajando los productos como "especialities", los márgenes comerciales se potencian, llegando a duplicar los conseguidos por un producto canalizado por una vía tradicional. En este punto existen interesantes trabajos realizados por Nueva Zelanda y Sudáfrica en los últimos años donde se demuestra que el precio logrado en destino por estos países para un mismo producto se ubica, en promedio, un 15% por encima de la media del resto de los proveedores del hemisferio sur.
Pero no todo lo que brilla es oro. Como contrapartida de este positivo contexto internacional está el tema de los costos.
En los países productores del hemisferio sur, las monedas locales se revalorizan frente al dólar y los actuales precios del mercado internacional no compensan la pérdida de competitividad que genera la paridad cambiaria. Con una estructura de costos hacia arriba, el cóctel es explosivo para el sistema productivo.
En el caso de la Argentina, la devaluación de la moneda en el 2002 ayudó sobremanera a la competitividad frutícola valletana a la hora de salir a vender en los mercados externos. Pero la suba de costos que ha tenido lugar desde el 2003 a la fecha fue eliminando progresivamente esta competitividad.
Hoy, con un dólar más cerca de perforar los tres pesos por unidad, retenciones al 10% y una presión hacia arriba en la estructura de costos, la situación del sistema frutícola del Valle de Río Negro y Neuquén no es mucho mejor que la que atraviesa el resto de los países productores de frutas del hemisferio sur.
PRÓXIMA TEMPORADA
Los primeros informes llegados del Viejo Continente dan cuenta de que en el mercado se mantendrán desequilibrios similares a los presentados en las dos últimas temporadas. Es decir: se espera que la oferta siga retraída, lo que permitiría conseguir valores finales en los promedios del período 2006-2008.
El dato es alentador para todo el hemisferio sur. Sin embargo, los escenarios comerciales pueden modificarse en muy poco tiempo y lo que uno espera en junio de cierto año pocas veces termina por cumplirse en marzo del siguiente. En fruticultura los escenarios pueden cambiar drásticamente, hacia arriba o hacia abajo, en cuestión de sólo algunos meses.
Algunos datos que habría que tener en cuenta para encarar la próxima temporada a esta altura del año, entre muchos otros, son los siguientes.
" Desde lo macro:
- Analizar con detenimiento el pronóstico de cosecha del hemisferio norte.
- Evaluar el comportamiento de China, no sólo en lo relativo a su producción de pomáceas sino también a sus variables económicas (inflación y crecimiento, entre ellas).
- Seguimiento del mercado ruso en materia de políticas sanitarias sobre terceros países.
- Proyecciones de las monedas insignias de nuestra fruticultura: dólar y euro. Plantear escenarios posibles sobre la evolución que podrían tener las mismas en el corto plazo.
" Desde lo micro:
- Armar esquemas o estrategias para contener los futuros aumentos de costos.
- Proyectar una posible tendencia del peso frente a una nueva política cambiaria oficial.
- Presionar para bajar las retenciones como las que hoy tienen los cítricos.
Conclusión: la presente temporada cierra positiva para el hemisferio sur producto de la baja oferta de fruta en el mercado. La manzana presentó precios muy buenos y hasta, en ciertos destinos, superiores a los de las peras, un hecho que hacía décadas que no se daba en el Valle. De cara a la próxima temporada, en la región todas las miradas están puestas en la paridad cambiaria y en los costos. Un dólar en tres pesos no resiste ninguna presión alcista respecto de los últimos.
Gran Bretaña, al tope del ranking
Los valores obtenidos durante esta temporada por la fruta del Valle de Río Negro y Neuquén podrían alcanzar un nuevo record.
El año se presentó positivo por dos causas: falta de fruta y presiones de la demanda sobre un comercio mundial que sigue pidiendo alimentos.
Pero el país que mejor pagó la fruta de la región en la primera parte del año fue Gran Bretaña. Los precios FOB declarados para la manzana que se orientó hacia ese destino se ubicaron –en promedio para todas las variedades y calidades– en 0,81 dólares por kilo, valor que refleja un incremento del orden del 13% respecto del año pasado y del 50% en comparación con los niveles de la temporada 2005.
En peras la tendencia es parecida. Los precios este año alcanzaron –en promedio– los 0,68 dólares por kilo, lo que muestra un crecimiento del 16% en relación con el promedio de la temporada pasada y del 39% respecto del 2005.
Rusia, el principal mercado para la región, continuó siendo uno de los destinos con más bajas cotizaciones. El promedio para la manzana en lo que va de la temporada se ubicó en 0,65 dólares por kilo, precio un 32% superior al consolidado durante el año anterior y un 41% más alto que los valores del 2005. En peras no se observan grandes cambios respecto de la evolución que tuvo la manzana en este mercado.
Brasil también dio la nota. En manzanas este año la suba en las cotizaciones fue del 44% mientras que en peras se ubicó en el 25%.
JAVIER LOJO