El área sembrada con trigo en el 2008 en la Argentina, quinto exportador mundial del grano, será la más baja de los últimos 14 años y un 10% menor que en el 2007 por la incertidumbre que genera el conflicto agrario en el país, dijo una fuente de la Bolsa de Cereales.

"Calculamos un área sembrada de cinco millones de hectáreas frente a los 5,5 millones que se plantaron en el 2007, lo que provocará una caída de la producción por debajo de los 15 millones de toneladas", afirmó Eduardo Anchubidart, jefe de estimaciones agrícolas de la Bolsa cerealista de Buenos Aires.

El dato no es menor ya que revela cierta rebelión de los productores a la hora de la siembra, situación ésta que impactará en las cuentas fiscales nacionales. De mantenerse esta tendencia en los datos de la soja de primera, las complicaciones para la caja del Estado se profundizarían.

La cosecha triguera del 2007 alcanzó los 15,3 millones de toneladas, en un país que es uno de los principales productores mundiales del grano. Para encontrar niveles similares de siembra es preciso remontarse a 1994, cuando alcanzó los 4,9 millones de hectáreas, según el experto.

"Esa reducción provocará una merma en las exportaciones y una caída en el ingreso de divisas en la Argentina", vaticinó. Sin embargo, no se afectará el abastecimiento en el mercado interno, que consume unos 6,5 millones de toneladas anuales.

"Los productores de trigo están con bronca por la falta de soluciones. Sufrieron en los últimos meses aumentos en los precios de los insumos y problemas de financiación que los llevaron a reducir el área de siembra", añadió Anchubidart.

La sequía que afectó este año el centro-este argentino, principal área de producción triguera, contribuyó al desaliento de los productores, que actualmente están en plena etapa de siembra. Además, el gobierno mantiene cerrado el registro de exportaciones de trigo desde finales de febrero, otro dato desalentador para el productor.

MERCADO PARALIZADO

La comercialización de granos y oleaginosas continuaba paralizada en el circuito granario nacional ayer, y los operadores sólo realizaban correcciones de precios en contratos cerrados antes de que comenzara el conflicto del campo. Analistas y exportadores del sector dijeron que la falta de cotizaciones de referencia para operar impide el desarrollo de los negocios, "más allá de la protesta rural". Agregaron que por cada día de inactividad en el sector, "el país pierde alrededor de 30 millones de dólares", así como que en 79 días de conflicto "dejaron de ingresar unos 2.000 millones de dólares" a la Argentina.