"El 3 a 1 como ventaja competitiva desapareció para la actividad hace tiempo", aseguró con cierta resignación Eduardo Rottari al referirse a la estructura y evolución de costos que presenta la actividad. La inflación y el aumento de costos internos pulverizaron esta ilusión cambiaria.

Gran parte de los insumos que hoy utiliza la actividad está "dolarizada" y esto pega de lleno en la estructura de costos.

"Nuestra principal erogación la tenemos en el alimento, que se lleva el 70% del total del costo de producción... y tiene cotización internacional", señaló el empresario.

Por otra parte, por la pequeña escala que se maneja, las empresas del sector no tienen fuerza para generar presiones sobre el precio de compra como sí pueden hacerlo las chilenas, que demandan "mil veces más que lo que lo hacemos en la región".

GASTOS PARA INGRESAR

La producción de truchas en cautiverio es una actividad sumamente rentable. Para comenzar, un inversor debe computar que debe hacerlo con una escala no menor a las 100 toneladas de biomasa por año.

La inversión inicial, apuntando a una oferta en ese rango y computando los bienes de uso como tendido de electricidad, barcazas y jaulas, entre otros, gira en torno de los 70.000 dólares. Por otra parte, el costo más importante reside en el alimento; teniendo en cuenta la conversión para las 100 toneladas mencionadas, el inversor deberá disponer de algo más de 140.000 dólares al año para sostener el ciclo.

Si a esto se le suman la mano de obra y los gastos extras, un inversor que quiera ingresar en la actividad debe disponer de alrededor de 230.000 dólares, computando un nivel de amortización de los bienes de alrededor de cinco años.