SANTIAGO.- El complejo escenario que enfrenta la agricultura chilena debido al alza en los costos -principalmente de la energía y de la mano de obra-, al que se suma la baja del tipo de cambio, ya se está cobrando sus primeras víctimas y una de ellas es la producción nacional de uva de mesa: esta coyuntura ha llevado a medianos y grandes productores a arrancar vides para destinar el suelo al cultivo de otros productos.
Si bien no existen cifras oficiales sobre el alcance de esta decisión, el presidente de Fedefruta, Rodrigo Echeverría, indicó esta semana que según estimaciones del gremio durante este año podría desaparecer hasta un 15% de las 62.400 hectáreas destinadas a la producción de uva de mesa en el vecino país, lo que significaría terminar con 9.360 hectáreas de producción.
"La producción puede bajar en un 5%", aseguró Echeverría al diario trasandino "Financiero", aunque afirmó que este impacto no debería ser tan importante en el mercado ya que "los terrenos que se están arrancando son los que tienen menor rentabilidad".
Pese a que éste es el principal producto de exportación frutícola de Chile -considerando que en el 2007 se exportaron más de
776.000 toneladas que representaron ventas por más de 990 millones de dólares, según cifras del Ministerio de Agricultura-, los productores han decidido arrancar parras para dedicarse a otros cultivos como trigo y maíz, entre otros, los que mantienen altos precios a nivel internacional.
El director de Exportadora y Servicios Rucaray, Ramón Achurra, dijo a este mismo medio que, aunque no se tiene un registro oficial de las hectáreas arrancadas, estima que sólo en la Región de O'Higgins, en donde es productor, se podrían retirar otras 3.000 hectáreas durante el 2008. Esta zona representa más del 20% de la producción nacional de uva de mesa.
"El alza de los costos y el bajo precio del dólar nos tienen colapsados y, si se sacan bien las cuentas, el arranque se plantea como la mejor solución", dijo Achurra. Incluso afirmó que tiene planeado arrancar 40 de las 200 hectáreas de parras que posee su empresa, básicamente por los mayores costos, ya que sólo la mano de obra ha aumentado en más de 50% en los últimos meses. "Estamos viendo la posibilidad de cultivar trigo", precisó. Según cifras del sector privado, erradicar una hectárea de vides y cultivar otra especie en su reemplazo costaría alrededor de 15.000 dólares.
LAS EMPRESAS
Las grandes empresas no están ajenas a este panorama en el vecino país.
El gerente general de Unifrutti, Arturo Costabal, aseguró que la firma lleva arrancando parrales por más de cinco años consecutivos, en especial de uva blanca sin semilla (Thompson y Sultanita), debido al mayor costo de producción y al bajo valor que esta variedad alcanza en el mercado.
"Nosotros venimos arrancando en el orden de 150 hectáreas todos los años y empezamos con este proceso hace cinco años de forma severa. Este año en particular se escucha que va a haber una 'arranca' significativa, principalmente en la zona central. Si bien hay ciertas variedades que tienen buenos precios ahora, poseen costos de producción muy altos (...), por eso van a desaparecer".
Agregó que "tenemos lugares que están arrancados y no hemos cultivado porque preferimos pagar las contribuciones y no perder plata. Preferimos ganar la mitad que perder el doble y tenemos esa tierra esperando hasta que tengamos el negocio adecuado".
(Fuente: diario "Financiero")