HISTORIA DE POR ACÁ
Pasado y presente
A lo largo de 77 años la CAIC ha tenido 20 presidentes, la mitad de ellos directamente vinculada con la producción agropecuaria. Cada gestión tuvo sus marcas y su mayor o menor dinamismo.
Al interior de la institución hay dos tiempos: uno marcado por la actividad de los pioneros, en el que la entidad estuvo formada por representantes del Valle Superior del río Negro y Neuquén, y otro en el que cada localidad tuvo su cámara y su protagonismo en el concierto provincial. "La CAIC -al igual que en su origen- sigue siendo la entidad gremial empresarial", afirma su actual presidente, Carlos Levín, quien recuerda cuando decidió asumir el desafío de dirigirla: "¿Cuál fue mi sueño? Lo dice nuestro eslogan: 'capacitación, unión y compromiso', hacer todo lo que esté a nuestro alcance para mejorar social y comunitariamente haciendo eje en la asociatividad. Cuando fuimos a Barcelona, hito histórico de la cámara, nos presentamos como grupo exportador de la Patagonia y establecimos vínculos con cámaras de otros países para promover el intercambio y el comercio, dos de los grandes objetivos que se trazaron en 1931".
Actualmente la CAIC es miembro del Consejo Empresario Argentino-Ruso, lo cual le ha permitido brindar capacitación para exportar a ese país y proyectar la participación de la CAIC en la Feria de Alimentos de Moscú. Por otra parte, la CAIC está a punto de firmar un convenio con Fundación Exportar.
La cámara viene de una intensa actividad. Hace un año se embarcó en la Feria Rocaic con su propuesta de ronda de negocios, en la que participaron 19 empresas y se realizaron 99 encuentros entre virtuales compradores y vendedores, cerrando ventas con Brasil; tuvo su globa junto a Adegro en la Fiesta de la Manzana y participó en FISA 2008. Anhela concretar un "corredor ferial norpatagónico para mejorar la competitividad de nuestra gente. Este tipo de acciones robustece los vínculos empresariales e institucionales en la región y nos permite crecer aprovechando una coyuntura económica que obliga a nuestras pymes a continuar desarrollando estrategias para la mejora de su competitividad y posicionamiento en el mercado interno, pudiendo pensar seriamente en las posibilidades de exportación y trabajando en forma asociativa. Estoy convencido de que si les va bien a la producción primaria y a la agroindustria, mejora toda la actividad comercial de la ciudad y de la región".
"Hay dos cosas que ojalá pudiera lograr antes de terminar mi gestión -confiesa Levín-: hacer funcionar el aeropuerto de Roca y poner las bases de un parque agroindustrial, tecnológico y educativo. Ya que tenemos la Universidad de Río Negro, deberíamos tener un centro educativo modelo para todo el sector primario y agroindustrial, tal como soñaron nuestros pioneros. (S. Y.)
Parte de la delegación de CAIC y Adegro en Barcelona