El sorgo dulce, un cultivo adaptado a climas secos que puede producirse tanto para consumo humano como animal y la obtención de biocombustibles, ofrece un enorme potencial para responder a las necesidades de los países en desarrollo, explicaron científicos.
"Consideramos el sorgo dulce como un cultivo ideal porque se puede usar para producir alimentos o etanol", subraya William Dar, director general del Indian Crops Research Institute for Semi Arid Tropics (ICRISAT), un instituto internacional de investigación sin fines de lucro, en un informe.
El sorgo, quinto cereal en importancia en el mundo luego del arroz, el maíz, el trigo y la cebada, crece en terrenos secos y tolera bien el calor, un alto porcentaje de humedad o la salinidad del suelo.
El sorgo dulce (Sorgum bicolor) se parece al maíz, con la diferencia de que sus granos se encuentran en el extremo de la planta y no a los costados, y tiene sus mismas cualidades nutritivas.
La planta alcanza de 2,5 a 4 metros de altura y tiene hojas ricas en azúcar que permiten la obtención de etanol por destilación. A igual superficie cultivada, el sorgo consume dos veces menos la cantidad de agua que requiere el maíz -con un valor nutritivo comparable- y ocho veces menos que la que demanda la caña de azúcar.
En consecuencia, el sorgo necesita poca o ninguna irrigación, sistema que requiere costosas bombas de agua que con frecuencia funcionan en base a combustibles fósiles que emiten dióxido de carbono (CO2), principal gas que produce el "efecto invernadero", subraya Mark Winslow en el documento. Con un cultivo de sorgo "bien administrado, los pequeños agricultores pueden mejorar sus ingresos en un 20% en relación con otros cultivos en zonas semiáridas como India", precisa el documento.
A través de una asociación entre la firma privada india Rusni Distilleries y 791 agricultores de Andhra Pradesh en India, el ICRISAT ayudó a construir y hacer funcionar desde el año pasado una fábrica de etanol a partir de sorgo azucarado producido por ellos. En India, un galón (3,78 litros) de etanol producido a partir de sorgo cuesta 1,74 dólares, contra 2,19 el fabricado de caña de azúcar y 2,12 el hecho con maíz, precisa el informe.
Proyectos desarrollados sobre el modelo de asociación están en marcha en Filipinas, México, Mozambique y Kenia, precisa el documento del ICRISAT, cuya sede está en India y recibe fondos de varios gobiernos.
Estados Unidos y la Unión Europea están también interesados en producir biocombustibles a partir del sorgo, indicó Winslow.
Una conferencia internacional sobre el tema patrocinada por el Departamento de Agricultura estadounidense está prevista para agosto en Houston (Texas, centro-sur) para evaluar el potencial de la producción de etanol a partir del cultivo de sorgo. "Pienso que el sorgo será uno de los dos grandes cultivos tropicales" para producir biocombustibles, factor que aumentará la capacidad del mercado mundial, en el que la demanda excede ampliamente la oferta, estimó el experto.