Pese a la importancia que tiene la fruticultura en toda la región, no se ha escuchado a los gobernadores de Río Negro, Miguel Saiz, y de Neuquén, Jorge Sapag, presionar al gobierno nacional para que baje las retenciones sobre la oferta exportable frutícola.
Hoy el sistema está pagando retenciones del 10% por toda su oferta exportable en fresco, mientras que la citricultura aporta sólo el 5%, teniendo ambos sistemas similares esquemas de costos y producción. El silencio oficial pone de manifiesto, como mínimo, la falta de interés en que parte de los recursos que genera la actividad quede en la región. En la actualidad el sistema frutícola transfiere por retenciones a las exportaciones -computando el comercio de frutas frescas e industrial- algo más de 30 millones de dólares por año. La Nación ofertó por estos aportes extraordinarios de la actividad compensaciones para los productores en dificultades. El año pasado, los fondos que llegaron a la región por estas compensaciones no llegaron al 5% del total aportado por retenciones. (Redacción Central)