" Las retenciones castigan mucho más fuertemente a los productores con mayores problemas de competitividad, dejándolos con márgenes brutos escasos y en algunos casos en quebranto, por lo tanto promueven la concentración y se transforman en un mecanismo de expulsión de productores del sistema.
" Comparando las distintas situaciones con la de un productor de soja con diferentes rendimientos (ver infograma), puede observarse que el esquema de retenciones del 45% genera distorsiones en la distribución del ingreso de los productores más marginales y alejados y no deja margen para la incorporación de tecnología, como la instalación de equipos de riego, fertilizantes, etcétera, que sí realizan los grandes grupos de siembra de las mejores zonas.
" En la actualidad, el productor de soja en las peores condiciones obtiene un margen bruto que le permite costear un ciclo de cultivo. En el caso de los productores frutícolas, sólo en la matriz de cantidad y calidad superior se logra ese objetivo. Para que un productor frutícola siga teniendo competitividad debe renovar como mínimo un 4% de su explotación por año. En las actuales condiciones, esta situación no resulta viable para un amplio sector de la actividad, por lo tanto la pérdida de competitividad es creciente para los más débiles y su expulsión continuará en aumento.
" Para que el impacto en los productores fuera similar al momento de la creación de las retenciones para manzanas y peras (2002) el tributo debería ser del 3%.
" Teniendo en cuenta la incidencia de la mano de obra, una alternativa de atenuación del gravamen podría consistir en usar el monto de las retenciones en forma automática para el pago de cargas sociales.
" Las experiencias de devolución de las retenciones en programas especiales generan fuerte desconfianza de los productores porque en determinadas situaciones generan conductas extorsivas en aras de su concreción.