VIEDMA (AV).- El gobierno rionegrino presentó a entidades rurales, los sectores privados de la industria cárnica y representantes de distintas organizaciones gubernamentales un documento destinado a debatir el desarrollo de la producción ganadera.
El análisis hace referencia a la situación de los consumidores y a los planes de contingencia necesarios ante posibles brotes epidémicos del ganado vacuno, como la fiebre aftosa.
El trabajo profundiza sobre los mercados, las probabilidades del estatus sanitario (se pueden conseguir los productos libres de aftosa sin vacunación en la región) y las ventajas para los productores en cuanto a los precios de la hacienda, entre otras cuestiones favorables para el sector.
En la actualidad, la provincia de Río Negro está dividida en varias regiones sanitarias a fin de evitar posibles brotes luego de un reconocimiento que hizo la Organización Internacional de Epizootias (OIE) al declarar al país libre de aftosa con vacunación. El norte rionegrino cuenta con una zona donde se vacuna mientras que el sur se encuentra libre de aftosa sin vacunación.
La presentación estuvo a cargo del ministro de Producción, Juan Accatino, y el experto Javier Martínez del Valle.
El funcionario provincial recordó el compromiso oficial, asumido hace tres años, de "trabajar para ampliar las zonas que sanitariamente estaban en condiciones de pasar al estatus siguiente".
El documento también examina la situación de la carne con hueso en un futuro corrimiento de la barrera al río Colorado.
Según destacó Accatino, "si no había riesgo sanitario y los mercados reconocían a la región patagónica, estábamos dispuestos a acompañar la continuidad de la política de corrimiento de barrera o ampliación de zonas. Como prácticamente damos por cumplido el primer objetivo, que es el reconocimiento de Norte B como zona libre de aftosa sin vacunación, consideramos que era la oportunidad de presentar este documento".
El autor del trabajo, Martínez Del Valle, resaltó que se realizaron tareas durante dos años para el estudio, que "no intenta eludir ningún punto del debate que han tenido los productores, consumidores, técnicos y profesionales relativo al eventual corrimiento de la frontera", con el análisis de los aspectos sanitarios y las probabilidades del ingreso de la fiebre aftosa en la región.
Asistieron a la presentación miembros de la Fundación Barrera Patagónica (Funbapa), INTA, Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) y enviados de las provincias de Neuquén y Chubut.
En la presentación se mencionó que el objetivo del trabajo implica aportar conocimientos que transparenten la información sobre el potencial productivo de la región, así como cuál es el déficit o superávit en la producción de carne.
Consideraron que se trata de todo un desafío en virtud de que se necesita retener vientres, dado que se van al norte unos 150.000 terneros al año y 50.000 novillos. Advirtieron que esto representa tres veces el déficit de la región.
MOVIENDO FRONTERAS
Para poder definir si la región puede ser afectada en algunos de los sectores (producción, industria o consumidores) se debe calcular en qué medida el cierre de una barrera global provocaría déficit o no de carne (efecto sobre los consumidores), si provocaría abundancia o déficit de oferta de hacienda (efecto sobre los productores) o si provocaría reducción o aumento de posibilidades de faena (efecto sobre la industria).
Debido a que la formación de barreras limita el movimiento fuera de la zona pero no restringe el movimiento de hacienda y carne dentro de la región, a los fines del cálculo se considerará una sola región a la totalidad de la Patagonia al sur del río Colorado.
Destaca que una barrera sobre el río Colorado es el escenario que según todas las opiniones podría generar mayores cambios de estatus de cada uno de los actores, con lo cual el análisis tiene una validez nacional.
En la actualidad, la carne total consumida en toda la región alcanza a 93,2 millones de kilos. La disponibilidad con el nuevo escenario sería de 78,4 millones.
La propuesta de compensación formulada por Martínez del Valle es que el 15% faltante debería compensarse engordando el 60% de los terneros que egresan de la región y que habría que habilitar más frigoríficos destinados a faena.