Las exportaciones argentinas de biodiésel llegaron a los 135 millones de dólares durante el 2007. Esta cifra equivale a ventas por 163.000 toneladas de producto colocado en el exterior.
El dato es alentador. Y lo es más aún si se observa la tendencia que muestra la estadística en estos últimos años respecto de la producción y exportación de biocombustibles. En el período 2002-2005 el promedio de ventas al exterior se ubicó en tan sólo 1.100 toneladas.
Pero el país carece de previsibilidad y reglas claras para los inversores y esto complica el escenario de desarrollo para este tipo de actividad. Sin ir más lejos, la semana pasada el gobierno volvió a anunciar cambios impositivos (cuadruplicó las retenciones) para la exportación de biocombustibles. Sin lugar a dudas el mensaje de la administración K es claro: todo lo que el campo produzca en materia energética debe destinarse a compensar el déficit interno que presenta el sistema. Las exportaciones caerán, ya que no existen incentivos para el sector. Las inversiones seguirán esta misma tendencia.
Hoy, para producir biodiésel en gran escala, se necesitan importantes superficies de tierras y fuertes inversiones para realizar la transformación del producto. La Unión Europea (UE) tiene incentivos impositivos para sus empresas que inviertan en terceros países en la producción de biodiésel. Obviamente el objetivo final de esta medida es que esa producción llegue al mercado europeo.
Argentina estaba entre los países con potencialidades para poder captar estos beneficios de la UE. Pero los continuos cambios de la administración K en políticas tributarias generan desconcierto en los inversores y muchos ya optaron por colocar sus fondos en mercados alternativos, como es el caso de Brasil.
ESTADÍSTICA
El comercio exterior argentino de biodiésel ha sido sumamente reducido hasta el año 2006, cuando comenzó a incrementarse sensiblemente la exportación del producto, proceso que se afianzó en el año 2007 coincidiendo con la instalación y puesta en marcha de más de 12 plantas de envergadura destinadas específicamente a tal fin.
Las exportaciones, como se indicó, se mantuvieron en pequeños volúmenes entre los años 2002 y 2005, en torno a las 600 a 1.100 toneladas anuales.
Así lo confirma un reciente informe elaborado por la firma IES Consultores en el que se destaca que hasta el 2005 la oferta correspondía a producciones marginales realizadas por productores que operaban en escala reducida. Probablemente se trataría de producciones realizadas con el objeto de autoconsumo y las exportaciones estarían conformadas por saldos sin utilización interna.
El estudio destaca que el panorama se revierte bruscamente a partir del 2006, luego de la sanción de la ley de Promoción de Biocombustibles (Nº 26.093), que coincide con la instalación de las primeras plantas productoras de mayor escala, si bien el impacto de la ley sobre las decisiones de inversión puede considerarse reducido salvo en lo concerniente al otorgamiento de los permisos de producción.
Esas plantas destinaron su producción prácticamente en su totalidad al mercado externo, habiendo sido diseñadas con tal objetivo. Debido a ello, la exportación en cantidades saltó a 5.875 toneladas en el 2006 y a 163.000 toneladas en el 2007. Por su parte, las exportaciones en valores treparon a los u$s 5,4 millones en el 2006 a u$s 135,3 millones en el 2007. La diferencia entre la evolución de las cantidades y los valores se explica por la baja en el precio medio de exportación, que de u$s 917 por tonelada cayó a u$s 828 entre los períodos considerados.
PAÍSES DE DESTINO
La composición de los países de destino de las exportaciones de biodiésel experimentó un importante cambio a partir del 2006, modificación que se afirmó en el 2007. Hasta el año 2005 las escasas ventas del producto se dirigían mayoritariamente a los países limítrofes, que en ese año abarcaban el 70,1% del total, destacándose entre ellos Chile (50,8%) y Brasil (10,6%).
Pero en el 2007 el 98% de la oferta exportable tuvo como destino final Estados Unidos (70%) y los Países Bajos (28%).
Ello muestra claramente la orientación de los nuevos proyectos de biodiésel puestos en marcha durante el pasado año y en el presente hacia los mercados europeos (principal región consumidora) y Estados Unidos (primer gran comprador), marcando una clara especialización que se prevé se acentuará en el futuro.
PERSPECTIVAS
El estudio de IES Consultores detalla que las perspectivas para la Argentina dentro del mercado mundial apuntarían, de concretarse el máximo de los proyectos previstos, a una participación cercana al 6% del mercado mundial de biodiésel.
En materia de bioetanol, las mismas se elevarían a una participación de entre el 1% y 1,5%, pero podrían elevarse aún más si aparecieran proyectos dirigidos a aumentar la producción de etanol a partir de maíz. En este mercado, se prevé que Brasil siga dominando el comercio mundial, con cerca del 33% del mismo en el año 2012.
Como factor de incertidumbre para quienes realizan inversiones en el país aparece la reciente ley de Biocombustibles, cuyos objetivos apuntan al mercado interno (al que se asigna prioridad) y no a la exportación.
La posibilidad de incorporar regulaciones y controles de precios en el mercado interno y regulaciones en el comercio exterior actúa en contra de inver- siones que requieren reglas de juego a largo plazo que no aparecen lo suficientemente claras.
(Redacción Central)