Las importaciones de frutas frescas al país totalizaron el año pasado las 347.000 toneladas, cifra que muestra un crecimiento del 8% respecto del 2006.
En valores, las compras desde el exterior para este tipo de productos alcanzaron los 72 millones de dólares, 27% por arriba de lo facturado el año anterior.
Así lo confirma un reciente informe elaborado por el Senasa en el que se destaca que la tendencia sobre las compras de frutas se profundiza este año. En enero, las estadísticas oficiales detallan que las importaciones alcanzaron las 34.100 toneladas, valor 25% superior al consolidado para enero del 2006. En valores, esta cifra representó una fuga de divisas del orden de los 7,2 millones de dólares, un 44% más que lo facturado en el mismo mes de la temporada anterior.
"Las importaciones crecen porque el mercado está muy demandante de este tipo de productos", confió un operador del sector. El dato más significativo del trabajo es que todo va para arriba. Volumen y valores mantienen su tendencia y los precios de determinados productos crecen en dólares presionando al IPC en el mercado a través de la "inflación importada".
En este sentido, los datos oficiales muestran que la banana, principal fruta importada por la Argentina, registró en enero un incremento de precios del orden del 12% respecto del mismo mes del 2007. El kiwi, proveniente especialmente de Chile e Italia, mostró subas de precios del 62%, cotizando a valores históricos para lo que es hoy el mercado interno local.
Lo mismo se observa con la palta, que presenta incrementos superiores al 80%.
PERAS Y MANZANAS
Si bien a partir de la crisis del 2002 la importación de peras y manzanas fue prácticamente nula, los altos precios que se proyectan para esta temporada permiten prever que algo de esta fruta puede llegar desde Chile.
Los operadores del mercado interno (ver nota en pág. 4) aseguran que faltarán peras y manzanas en las góndolas de los grandes centros de consumo del país. Este escenario, sumado a la expectativa inflacionaria que está instalada en la sociedad, proyecta precios muy firmes para la fruta de pepita en el mercado interno. "Los precios son altos porque el consumidor paga por calidad", aseguró un ejecutivo de una cadena de supermercados en diálogo con "Río Negro Rural".
El problema está en que el consumidor no va a convalidar cualquier precio. Todo tiene un techo y el mismo estará dado por la posibilidad de ingresar al país de la fruta importada. Chile, en este sentido, ya evalúa esta alternativa para el segundo semestre del año.
(Redacción Central)