La avanzada agrícola en el país, con epicentro en el cultivo de soja, se refleja en el interés creciente de productores y contratistas para alquilar campos, aunque la oferta sectorial se redujo respecto del año pasado.Si bien los precios están en una meseta, para los arrendamientos rurales a esta altura del año no es posible establecer potenciales crecimientos en los valores, debido a la retracción que se presenta por parte de los propietarios.
Sobre el tema, Alejandro de Elizalde, integrante de Elizalde Garrahan & Cía, consideró que "el mercado de campos está en una meseta; en este momento falta oferta y hay una demanda expectante".
"Hay mucha inversión, mucha plata dando vueltas en el mercado para invertir, pero tampoco se convalidan los precios de hoy. Los productores están pidiendo valores demasiado altos que no condicen con la realidad del mercado", afirmó.
En esa línea, se preguntó: "¿Y qué va a pasar? El que quiera vender va a tener que ponerse a tiro del comprador y éste va a tener que elevar un poco sus ofertas... pero algunos negocios se van a hacer", arriesgó, según un relevamiento del INTA y Agromercado.
Elizalde también sostuvo que "todavía es un poco temprano para determinar cuál será el precio final de los alquileres para esta nueva campaña".
No obstante, en su opinión "hay un interés de los productores de aumentar, de solicitar una cantidad mayor, entre un 10 y un 15%" sobre los valores del año pasado. En esa línea, dijo que cree que eso "no se va a convalidar" y puso de relieve que considera que "va a estar igual que el año pasado, básicamente porque la ecuación no le cierra tanto al arrendador", remarcó.
Más allá de la posición sustentada por el analista sectorial, las cotizaciones de los granos y las oleaginosas resultan más que tentadoras para numerosos productores de otras actividades rurales, habida cuenta de la mayor rentabilidad que proyectan y la rápida respuesta económica que tienen esas explotaciones contrastadas con otras de largo ciclo, como la ganadería y el tambo.