Los problemas que se registraron en la cosecha de peras podrían repercutir negativamente en el mercado interno y Brasil.
Es que mucha de la fruta que estaba en planta sin presión fue recolectada para ser colocada en el mercado interno. Y esto es jugar con fuego. Si bien los precios locales están muy firmes por la demanda existente, los problemas de presión podrían determinar que la fruta salga a la venta en forma masiva, lo que afectaría negativamente las cotizaciones finales en góndola.
Varias fueron las empresas que ya se retiraron del mercado local, por lo menos en estos dos primeros meses del año, por temor a una caída en las cotizaciones producto de las ventas de fruta con baja presión. "Hoy tenemos un mercado sostenido, pero entendemos que hay me
jores perspectivas para el segundo semestre del año", aseguró uno de los operadores, que prefirió guardar su fruta en frío temiendo problemas de precios en las próximas semanas.
Varias han sido las empresas que compraron peras y manzanas con niveles mínimos de presión, especulando con que el mercado igual pagará buenos precios por esa fruta.
Pero el temor de algunos operadores no sólo se queda en el mercado interno.
La posibilidad de que parte de esta fruta de baja calidad pueda ser destinada en esta primera etapa del año hacia el mercado brasileño es alta. Esta claro que apostar a esto sería una mala opción para lo que muchos consideran una "buena temporada" brasileña.