Sin cifras definitivas aún, el 2007 culminó con indicadores superiores a los del año anterior. Hasta octubre, las ventas totales de las frutas regionales habían crecido levemente (0,3%). En cambio la exportación aumentó de forma significativa (20%).
Los precios internacionales se mantuvieron en alza permitiendo que el valor de las ventas externas creciese 11 puntos más que el volumen. Cerca de u$s 500 millones sería el total de exportaciones de nuestra región.
Brasil y Rusia lideraron las compras de nuestras frutas y la Unión Europea se ubicó en el tercer lugar.
ESCENARIO FAVORABLE PARA EL 2008
" La oferta. El volumen de la oferta sería levemente inferior (- 2,75%) al disponible en el 2007 con diferencias entre las dos principales variedades(1). Influyeron para ello daños fuertes y continuos vientos de primavera. Una caída de este tipo no afecta compromisos de exportación y podría ser neutralizada durante el ciclo comercial del año.
" Las condiciones externas. Los analistas no predicen movimientos bruscos en los principales mercados que abastece la Argentina, ni en volúmenes ni en precios. Los
compromisos de exportación cerrados no señalan descensos. El destino de las exportaciones argentinas y las paridades de monedas respecto al dólar contribuyen a sostener el tipo de cambio efectivo multilateral de la fruticultura regional. La evolución del euro, el rublo y el real serán las claves del sostenimiento de precios vía tipo de cambio.
LA OTRA CARA DEL 2008
Emergente de problemas típicos de fallas de organización institucional, las principales amenazas para los resultados del año se centran en los siguientes puntos:
" Disponibilidad de energía. En el segundo semestre del 2007 el IERAL Comahue realizó una encuesta a empresas comercializadoras de frutas(2) para medir el impacto de las restricciones eléctricas a que fueron sometidas en el invierno pasado. Las empresas señalaron:
* Suba de costos de conservación en frigorífico: el 89% de las empresas vieron aumentados sustancialmente esos costos respecto del 2006 (en promedio la tarifa energética en el sistema de frío se incrementó en más del 35% por el Programa Energía Plus).
* Anticipo de ventas: el 47% tuvo que anticipar ventas para evitar un aumento mayor de costos o pérdida de frutas.
* Desvío de comercio: el 57% tuvo que realizarlo.
* Afectación de compromisos comerciales de ventas: el 33% los vieron seriamente afectados.
* Reducción de personal: el 32% redujo su personal.
* Pérdida de frutas stockeadas en frío: el 33% lo sufrió.
* Reducción o paralización de inversiones: el 63% suspendió decisiones de inversiones en ampliación de la capacidad frigorífica.
* Afectación del sistema de defensa contra heladas: el 35% respondió afirmativamente(3).
Adicionalmente los encuestados señalaron que los riesgos de pérdidas mayores se concentran en los meses de marzo a mayo del 2008.
La suspensión de decisiones de inversión en frigoríficos operará como una restricción operativa severa a futuro, puesto que el sistema está operando al límite de su capacidad de almacenaje.
Se agrega la paradoja de escasa disponibilidad de agua de riego por disminución drástica de los caudales del río Negro, producto de la decisión de la Secretaría de Energía de la Nación de mantener reserva de agua en la central de Piedra del Águila y no existir reservas suficientes en otras centrales, tanto por la erogación sostenida durante el año pasado como por los bajos aportes de deshielo de primavera-verano.
" La puja distributiva. Son varios los gremios que intervienen en el principal proceso de esta cadena agroindustrial(4).
Excepto los trabajadores rurales, el resto de los gremios cerró acuerdos salariales a fines del mes de noviembre.
Fallas en el entendimiento de las partes hicieron que al momento de inicio de cosecha no se hubiese resuelto la negociación salarial de los trabajadores rurales generán
dose un conflicto de graves características y consecuencias(5). Anualmente la cosecha demanda unos 37.000 trabajadores de los cuales unos 11.000 arriban a la región como "golondrinas".
Llegada la fecha óptima
para cosechar peras(6), el conflicto obligó a retrasar la cosecha rompiendo el delicado equilibrio de la secuencia de esas tareas.
El retraso alteró el ritmo de la actividad, exigiendo profundos cambios organizativos para evitar pérdidas en la calidad de las frutas. El impacto de esta alteración no es mensurable aún, pero las peras que sufrieron más fueron las de variedad William's, la vedette argentina en los mercados externos.
La pérdida de presión de las frutas por exceso de madurez anticipa reprogramación de ventas y destinos. Algunos analistas anticipan que deberán descartarse (y enviarse a industrialización) un 35% más de peras que en la temporada 2007.
Para la temporada 2008, los salarios de los principales gremios tuvieron los mayores ajustes interanuales desde el año 2004.
Desde entonces y hasta el 2008 el salario de un cosechador aumentó 117%, el del maquinista "A" (frigoríficos) 95%, el del embalador de 1ª (empaque) 107%. Para idéntico período, la inflación registrada en la región no superó el 60%(7). La influencia en los resultados finales del año será importante, ya que el peso relativo de la mano de obra en el costo total de producción-empaque-frío se aproxima al 50 %.
" Restricciones en la provisión de combustible. Desde mediados del 2006 el desabastecimiento de gasoil en la Argentina complica al agro y al sector productivo en general. Las exportaciones de frutas del Alto Valle se trasladan en camiones hasta el puerto de San Antonio Este (500 km) para las ventas de ultramar y también en camiones hasta Brasil (más de 3.000 km).
Por los volúmenes abastecidos a ese mercado, sólo el transporte tuvo una demanda de gasoil superior a los 9 millones de litros en el 2007(8), y se estima que dicha demanda para el 2008 se incrementará a 11 millones de litros de combustible.
De manera que, cualquier esquema de cupificación obligará a cambios de logística importantes.
ANAHÍ TAPPATÁ y ROSANA CASTRO
Economistas de Fundación Mediterránea.
ieralhue@speedy.com.ar
