Éstos son los principales aspectos acordados:

* Dotaciones financieras nacionales: permitirán a los Estados miembros adaptar las medidas a su situación específica y destinar fondos a la promoción en terceros países, la reestructuración o reconversión de viñedos, la modernización de la cadena productiva, el apoyo a la vendimia en verde y nuevas disposiciones para gestión de crisis.

* Medidas de desarrollo rural: se transferirá una

parte de los recursos a normas de desarrollo rural reservadas a las regiones productoras, entre ellas la instalación de jóvenes agricultores, la mejora de la comercialización, la formación profesional, el apoyo a las organizaciones de productores y la jubilación anticipada.

* Derechos de plantación: se eliminarán progresivamente hacia el 2015, con la posibilidad de mantenerlos hasta el 2018 a escala nacional.

* Desaparición progresiva de los regímenes de destilación.

* Introducción del pago único por explotación: será concedido a los productores de uva de vinificación y a todos los productores que arranquen sus viñas.

* Régimen de arranque: se establece un sistema de arranque voluntario, de tres años de duración, para una superficie total de 175.000 hectáreas y con una prima decreciente.

* Prácticas enológicas: la potestad de aprobar prácticas enológicas nuevas o de modificar las existentes se transfiere a la Comisión.

* Mejores normas de etiquetado: el concepto de vinos de calidad de la UE se basará en vinos con Indicaciones Geográficas Protegidas y en vinos con Denominación de Origen Protegida.

* Chaptalización: seguirá estando permitida, si bien se reducen los niveles máximos de azúcar y mosto que pueden añadirse.

* Ayudas para la utilización de mosto: durante cuatro años, se podrán seguir concediendo estas ayudas en su forma actual.