Las exportaciones argentinas de vinos y mostos mantuvieron un fuerte crecimiento en los últimos meses del 2007 y superarían holgadamente los 600 millones de dólares, según reveló recientemente un informe del sector privado.Solamente en vinos, los embarques del año pasado rondarían los 500 millones de dólares, convirtiéndose en un record absoluto para el sector. De esta manera la actividad vitivinícola se transforma en una de las más dinámicas de la Argentina, ya que durante el año recién finalizado las ventas externas crecieron cerca del 30% respecto de lo comercializado en la temporada 2006.
Otro aspecto para destacar es que el sector está lejos de alcanzar su techo de ventas y redobla la apuesta para el 2008, año durante el cual se buscará la consolidación de mercados ya existentes y una mayor presencia en aquellos destinos en los que el vino comienza a formar parte de la vida cotidiana, como por ejemplo los mercados asiáticos, a los que hoy apuntan sus esfuerzos firmas de todo el mundo. No obstante, este objetivo de continuar ganando espacio en el mercado mundial ya comenzó a generar resistencia en países productores de Europa, quienes aprobaron una profunda reforma vitivinícola con el fin de contrarrestar los embates de vinos del Nuevo Mundo (ver aparte).
Las bodegas regionales no fueron ajenas a este favorable panorama y, aunque todavía tienen mucho camino por recorrer, el 2007 les habría reportado ventas por 5,5 millones de dólares en conjunto, es decir para todas aquellas empresas que desarrollan su actividad tanto en Río Negro como en Neuquén y colocan su producción en mercados externos.
El grueso de la exportación durante el año pasado salió de los nuevos emprendimientos que operan en Neuquén. De acuerdo a los últimos registros oficiales proporcionados por el Instituto Nacional de Vitivinicultura, bastante atrasados por cierto, las ventas de vinos de empresas neuquinas totalizaron hasta agosto del 2007 los 7.555 hectolitros, que les reportaron ingresos por casi 3 millones de dólares, valor que se ubicaría en 4,5 millones de dólares al final de temporada.
Cabe destacar que la apuesta de esta provincia es muy reciente y se encuentra en plena etapa de maduración y consolidación de mercados, aunque las firmas que operan en el sector ya cuentan con el reconocimiento internacional de sus productos como lo muestra el gran número de medallas obtenidas en rigurosos concursos celebrados a nivel internacional.
Un aspecto fundamental para el éxito de las bodegas neuquinas en el competitivo mundo vitivinícola es que han comenzado a operar en el negocio a partir de una sólida infraestructura, a lo que les han agregado productos de excelencia, una fuerte promoción en los mercados a los que destinan sus ventas y una renovación tecnológica permanente. Sólo una de las bodegas que allí operan, Bodegas del Añelo, ejecutó durante el año pasado un plan de inversiones de 1,2 millones de dólares preparando el terreno para funcionar sin inconvenientes en esta temporada.
Otras, en cambio, tienen varios proyectos millonarios en marcha, mientras cierran acuerdos comerciales con distintos operadores del exterior, como es el caso de Valle Perdido Patagonia Estate Winery, ubicada en San Patricio del Chañar, que acordó con la firma Ellis of Richmond, la distribución de sus vinos en el mercado inglés.
En Río Negro, las ventas externas de vinos alcanzaron los 778 hectolitros por un valor de 482.000 dólares, medidas hasta agosto del 2007. Estas cifras llegarían a 730.000 dólares al cierre del año.
Volviendo al escenario nacional, en octubre las colocaciones del sector vitivinícola en el exterior fueron de u$s 77,5 millones entre vinos y mosto, casi u$s 11 millones más que las realizadas en setiembre, que hasta el momento se ha convertido en el mejor mes del año en lo que a ventas se refiere, según lo señala el último informe de la consultora Caucasia Wine Thinking.
"En octubre también se superaron las ventas totales del 2006 en u$s 40 millones, por lo que el 2007 ya es año record", destacó el trabajo, que arriesgó que "la proyección para superar los u$s 600 millones este año tendría que cumplirse sin problemas".
Incluso, agregó esta empresa de servicios de información para la industria vitivinícola orientada al mercado externo, "si se mantiene una tasa de crecimiento de por lo menos 15% en los meses que restan, las exportaciones podrían alcanzar los u$s 650 millones".
De acuerdo con el relevamiento, si bien el vino fraccionado y el mosto achicaron la brecha, el vino a granel continúa siendo responsable del 40% del crecimiento de las exportaciones del sector.
Por otra parte, a diferencia del escenario observado a mitad de año, cuando el precio caía en la casi totalidad de los productos, en octubre todos mostraron mejoras. La mejora en el precio es en gran
parte responsabilidad del vino a granel y de Rusia, mercado que se lleva el 50% de las ventas totales y paga 4 centavos adicionales en promedio respecto al precio del mismo período del año anterior. También se destaca la entrada de Australia como fuerte comprador de vinos blancos a granel, aunque en un precio bastante bajo.
En el caso de los vinos fraccionados, el crecimiento en los precios del tetra-brik empuja el segmento de los precios más bajos, que sin embargo crecen menos que los medios y altos, advierte.
El Malbec, cepa emblemática de la vitivinicultura argentina, mantiene -e incluso incrementa- su liderazgo entre las distintas variedades, aunque se observan interesantes crecimientos de Pinot Noir, Tempranillo y Torrontés y de varietales rosados, consigna por último el informe de Caucasia Wine Thinking.
PRONÓSTICO DE PRODUCCIÓN
La producción de uvas de la Argentina durante el 2008 alcanzará los 31,7 millones de quintales, con un incremento del 3% respecto de la temporada 2006, de acuerdo al pronóstico proporcionado por el Instituto Nacional de Vitivinicultura.
El mayor porcentaje de cosecha lo aportará Mendoza, con un volumen de 21,5 millones de quintales, equivalentes a un crecimiento del 6% respecto a la vendimia anterior.
En segundo lugar se ubicará San Juan, otra provincia productora por excelencia, con 8,4 millones de quintales, en este caso con una disminución del 4,4% en comparación con la temporada anterior.
Por último, lo que falta de la cosecha será aportado por el resto de las provincias productoras, entre las que se encuentran Neuquén, Río Negro, Salta y La Rioja, entre otras. Aquí la producción alcanzará los 1,7 millones de quintales, lo que equivale a un incremento del 1,1% respecto de la vendimia anterior.
El aumento de cosecha en Mendoza fue fundamentado en los siguientes puntos:
* accidentes climáticos que no afectaron totalmente a zonas de alta producción,
* una buena sanidad en general,
* buena brotación, floración y cuaje,
* buena disponibilidad de agua para riego,
* fertilización de los viñedos por parte de los productores,
* incremento de la producción en los viñedos implantados en los últimos años.
La merma de cosecha producida en San Juan, en tanto, se atribuyó a problemas causados por el clima sobre cepajes productivos.
