Un reciente trabajo realizado por la Secretaría de Fruticultura de Río Negro muestra el posible escenario con el que se encontrará la oferta productiva regional durante el 2008.
El estudio toma en cuenta distintas variables macroeconómicas ligadas a la actividad frutícola que terminan por definir las tendencias que habría que esperar para la próxima temporada.
Destaca que el hemisferio sur participa con aproximadamente el 10% de la producción mundial de peras y manzanas. Con excepción de Brasil y Australia, para el resto de los países hemisféricos el principal destino es la exportación en contraestación a los mercados del hemisferio norte, ya que los mercados interiores no pueden absorber los volúmenes producidos.
Es por ello que el negocio queda, en gran medida, condicionado por los stocks en los países de destino, la incidencia del flete naviero (por la importante distancia), el valor de las monedas respecto del dólar, el interés de la demanda, el precio que esté dispuesto a pagar ese mercado y la posición competitiva de cada país (muy vinculada al tipo de cambio interno y sus costos).
El inicio de la nueva temporada para la región presenta las siguientes características:
* Cosecha Regional esperada: en los próximos días se tendrá el pronóstico de cosecha oficial. En principio se espera alguna reducción en los volúmenes con respecto al año pasado y se tiene preocupación por pérdidas adicionales en calidad debido a efectos climáticos, básicamente el viento.
* Fletes marítimos: se estima un aumento en los fletes marítimos del orden del 15 al 20%, generado por una demanda creciente de tráfico refrigerado y por la incidencia del precio del petróleo. Esto tiene impacto negativo para los productores del hemisferio sur debido a la distancia importante de los centros de consumo del norte.
* Costos internos: los costos internos de todo el proceso están creciendo fuertemente, en el orden del 15 al 20% anual en dólares, quitando competitividad al sistema.
* Tipo de cambio: se cuenta con un tipo de cambio favorable, no esperándose modificaciones importantes al respecto, que en este caso ayuda a sostener la competitividad.
* Organización sectorial: la evolución favorable de las últimas dos temporadas contribuye a mejores condiciones de inicio y menor conflictividad. Se están realizando algunas inversiones, particularmente en frigoríficos y mejoras en empaques, que facilitarán la recepción de la cosecha. Con la participación de los sectores involucrados se está trabajando en la construcción de un Plan Frutícola Integral que dará fortalezas al sistema. Como temas preocupantes se tienen limitaciones en la oferta de energía eléctrica (fundamental para el enfriado de la fruta) y posibles faltantes en la mano de obra para el levantamiento y acondicionado de la cosecha.
* Los competidores: es necesario diferenciar entreperas y manzanas. En peras, Argentina es lejos el primer oferente y los competidores son Sudáfrica y Chile, pero en menor escala. En cambio en manzanas, Chile, Nueva Zelanda y Sudáfrica llevan la delantera, con el agregado de Brasil, por lo que son más los competidores en el sistema. La información disponible estaría indicando que todos presentan volúmenes de producción equilibrados, no registrándose pérdidas importantes, por lo que se tendrá una buena oferta. La mayoría presenta exigencias en la atención de sus costos internos y el fortalecimiento de sus monedas frente al dólar, a lo que se suma el aumento de los fletes, acotando el margen del negocio.
En definitiva, para la temporada que se avecina se debe esperar una mayor estructura de costos y una cosecha equilibrada en todo el hemisferio sur. En el Valle, se proyectan una cosecha 15% menor en manzana y estabilizada en peras.
Será clave definir, en este sentido, la calidad que presente la pera y manzana para poder determinar el valor real de la producción regional.
(Fuente: Secretaría de Fruticultura de Río Negro)