Japón, Corea, México, Estados Unidos y Canadá forman en conjunto, prácticamente la mitad de la demanda mundial de carnes. Estos destinos están vedados para las carnes enfriadas y congeladas las de mayor valor provenientes de la Argentina.
La mayor parte de la explicación se la llevan las barreras sanitarias, pero la otra cara son las restricciones que pesan sobre las exportaciones desde marzo de 2006, medida sobre la cual el sector esperará novedades con el nuevo gobierno. Hoy, la Argentina sólo puede exportar 40.000 toneladas mensuales, a todo destino, fuera de los cortes Hilton y algunas otras excepciones.
En el caso de Corea y Japón, ambos destinos exigen la máxima seguridad sanitaria y restringen las importaciones de países que vacunan. Según explica el consultor Ignacio Iriarte, la Argentina seguirá manteniendo su estatus libre de aftosa con vacunación por mucho tiempo, con lo que esos constituyen destinos de largo plazo.
En el caso de Europa, mantiene el cupo de cortes premium que ingresan desde la Argentina con un arancel reducido (Cuota Hilton). Por fuera de ese cupo, el costo para ingresar se incrementa en u$s 2.700 la tonelada, cualquiera sea el corte y su valor, según explica el especialista del mercado de carnes, Víctor Tonelli.
Tonelli analiza que en lo que respecta a la apertura del mercado norteamericano, la carta está en manos de las autoridades nacionales, porque "técnicamente está aprobada la sanidad de las carnes argentinas". A ese país, la Argentina sólo envía carne cocida y enlatados, igual que a Canadá. Estados Unidos importa anualmente 1,3 millones de toneladas de carne. "Es un mercado que puede absorber gran parte de la producción argentina", explica Tonelli.
Hoy ese mercado está abastecido por Australia, Nueva Zelanda y Uruguay. Los primeros dos países no llegan a cubrir anualmente el cupo que tienen asignado por Estados Unidos (700.000 toneladas cada uno), porque prefieren vender por más precio a Corea y Japón.
Argentina cuenta hoy con un cupo de 20.000 toneladas cuya asignación no peligra por la gran demanda insatisfecha de Estados Unidos. Por fuera de ese volumen, la importación paga un derecho del 26,5%.
CRECE LA DEMANDA EUROPEA
Durante una reciente feria alimenticia celebrada en Alemania, Anuga 2007, a la que asistieron cerca de 40 empresas exportadoras de carne vacuna, se evidenció el faltante de carnes de calidad que existe en Europa, según comentó Ignacio Iriarte en el seminario mensual de actualización agroeconómica organizado por la consultora SEMA. "Los costos de producción europeos están tan altos que, aún con los altísimos derechos que se le asignarían a la carne argentina, quedaría a un precio al mostrador bastante competitivo en Europa", opinó el analista.
