* Toda una costumbre. Si se debe destacar a una persona por sus hábitos, no hay que dejar de mencionar para este caso a Osvaldo Grisanti, presidente de Moño Azul. Cada vez que se cierra un acuerdo comercial con empresas que atañen a la firma que hoy lidera, Grisanti deja la región hacia los lugares más exóticos del planeta. Lo hizo hace ya meses, previo a cerrarse el acuerdo de venta sobre las acciones de Jugos SA, y ahora lo hace en medio del "tsunami" que provocó en el Valle la compra de Moño Azul por parte de Expofrut. Esta vez el destino que eligió fue Marruecos. Fuentes del sector frutícola no descartaban una reunión cumbre entre los presidentes de las empresas que participan de la operación. El lugar: el norte de África. Es que Alberto Lacaze optó también por retirarse a descansar a ese continente, mientras los abogados y consultoras financieras terminan por delinear el precio final de la frutícola de Regina. Pero, según trascendidos, la reunión finalmente se frustró.
Es que Grisanti junto con su esposa mujer de estilo si las hay en Regina, ambos vestidos con túnicas típicas marroquíes lamentablemente no trascendieron las fotos de ese momento optaron por recorrer el desierto en camello junto a un guía de habla hispana perteneciente a la etnia de los bereberes. Por retrasos no previstos tuvieron que parar una noche en carpa a los pies de los montes Atlas. El frío que alcanza esa zona una vez que el sol termina de esconderse en el horizonte y la falta de comodidades motivaron las quejas de su señora esposa.
Los comentarios en Regina no se hicieron esperar luego de conocerse este episodio. "Pirincho siempre fue muy ahorrativo en todas sus salidas y no quiso gastar a cuenta. Por eso la elección de la carpa en vez de un hotel", fue la respuesta irónica de uno de los familiares del ejecutivo, en alusión a la venta de sus acciones en Moño Azul.