Mantener un dólar sobrevaluado, como exige el modelo económico argentino, tiene sus riesgos. Muchas de las empresas argentinas sufren estos efectos y es por ello que terminan vendiéndose a valores que, para los inversores del exterior, resultan irrisorios.
Es así que una empresa frutícola con las características de Moño Azul SA hoy en la Argentina puede terminar valiendo 25 millones de dólares. "Una empresa como la nuestra en Chile vale dos veces más y en la Unión Europea hasta diez veces más. Pero no vivimos ni en Chile ni en Europa. Estamos en la Argentina de Kirchner", confió uno de los operadores externos de esta negociación que participa en la venta de la frutícola regional. Los efectos de la desnacionalización de las empresas continuarán en la medida en que la paridad cambiaria entre el peso y el dólar se mantenga en estos niveles. La ola de "compras baratas" puede llegar a profundizarse en la región.