La vendimia francesa será esta campaña un 7% menor frente a la del año anterior, con una producción que estará en 49,2 millones de hectolitros de vino y mosto.
Las condiciones meteorológicas desfavorables, que han afectado a numerosos viñedos por los períodos prolongados de lluvia, y las temperaturas frescas que han favorecido la aparición de enfermedades han sido los principales factores de esta disminución de producción.
A esto hay que añadir los efectos de la política de arranques, sobre todo en la región de Languedoc-Roussillon, la mayor zona productora de Francia. El volumen de vinos con denominación de origen (VQPRD) alcanzaría los 23 millones de hectolitros, un 3% menos en relación a la campaña anterior y tan solo un 1% inferior en relación a la media de los cinco últimos años.