Las estadísticas oficiales, con los cierres de agosto, vuelven a marcar las positivas tendencias de corto plazo. Faena en aumento, crecimiento de las exportaciones y consumo interno en sus máximos.
Sin embargo, las proyecciones de mediano y largo plazo las más importantes son las señales que más preocupan al sector ganadero. Liquidación de vientres, disminución de stocks y aumento de la superficie a sembrar, desplazando así a la ganadería, son los datos que más inquietan y los que en definitiva proyectan un futuro con tormentas para la actividad.
El gobierno nacional se muestra optimista, en términos económicos, con "la foto" que que se obtiene de la ganadería. Sin embargo, "la película" es otra. Todas las intervenciones estatales en el mercado de las carnes no sólo
no han surtido los efectos deseados por el gobierno sino que fomentan el desestímulo a la inversión en la industria ganadera. Si a eso se le suman los buenos precios de los granos en el comercio exterior, la actitud del hombre de campo es comprensible. Por más que las autoridades gubernamentales lo nieguen, se está profundizando la migración desde el sector ganadero hacia la agricultura producto de estos dos factores mencionados párrafos arriba.
Las positivas estadísticas que muestran los indicadores de corto plazo (consumo y producción), en definitiva, lo que están marcando es un desprendimiento masivo de hacienda para ocupar las tie
rras que deja el ganado con granos. Cuando esta liquidación de stocks se estabilice, la producción mostrará un punto de inflexión a partir del cual comenzará a decrecer en forma progresiva hasta encontrar un nuevo piso.
En este punto, la presión de la demanda profundizará los desequilibrios que hoy ya presentan los precios y costos relativos de la actividad, iniciándose así el comienzo de una espiral negativa que desembocará en mayores cotizaciones en góndola con una progresiva menor oferta.
La ganadería seguirá siendo negocio, pero no lo será en forma masiva como lo es hoy. Aparecerá sin dudas un nuevo actor en el sistema: el importador, que definirá el nuevo techo del precio del producto en la góndola.
Los analistas ya hablan, en este punto, de que los efectos generados por la distorsión de precios relativos se terminará por "desbocar" durante la última parte de 2009 si no existen medidas correctivas en el sistema.
FAENA RECORD
En agosto la faena total de hacienda vacuna en el país ascendió a las 1,36 millones de cabezas de ganado y por cuarto año consecutivo marcó un nuevo máximo para el período 1990-2007. Así lo destaca un reciente informe elaborado por la Cámara de la Industria de la Carne (CICCRA), el que destaca que en términos mensuales la faena creció 5,7% y en términos interanuales aumentó 5,9%.
Con este nuevo record, la faena acumulada en los primeros ocho meses del año llegó a 9,62 millones de ca
bezas, lo que representó un crecimiento de 12,4% en relación con el mismo lapso de 2006. Hasta junio el aumento de la faena se explicó principalmente por el efecto que tuvo sobre la actividad sectorial la suspensión transitoria de las exportaciones durante abril-mayo de 2006, en tanto que en los últimos meses se reflejó la incidencia de la sequía que fue muy fuerte en amplias regiones productivas.
A medida que avanza 2007 el proceso de liquidación de vientres se profundiza (ya acumuló once meses consecutivos). En agosto, remarca el estudio, la faena de hembras siguió creciendo y alcanzó una participación de 49% sobre la faena total. En términos anuales experimentó un alza de 25,2%, al tiempo que la de machos cayó 7,7%. Uno de los datos más preocupantes que muestra el sector para el mediano plazo.
En el período enero-agosto las hembras alcanzaron una participación de 47% sobre la faena total. Tal como se viene señalando hace meses en este mismo espacio, este registro sólo fue superado en igual lapso de 1996, momento en que se inició la fase de liquidación de vientres que llevó el valor de la hacienda al record histórico de mediados de 1998 (en dólares corrientes).
En valores absolutos se fa
enaron 4,52 millones de hembras, es decir 1,34 millones más que en igual período de 2006, contribuyendo a explicar 80,7% del crecimiento de la faena total entre los períodos analizados (76,5%, cuando se toman los últimos once meses y se los contrasta con similar período de '05-'06).
El trabajo de CICCRA resume que las mayores expansiones se observaron en terneras (por reducción del peso mínimo de faena. Al respecto, hay que considerar que la faena de terneros también fue la que más creció entre la de machos) y en vacas (por la suspensión de las exportaciones durante abril-mayo del año pasado): 129,6% y 31,7%, respectivamente.
Durante agosto la producción de carne vacuna fue de 295.000 toneladas de res con hueso (r/c/h), un nivel 5% superior al de julio y 0,8% inferior al de agosto de 2006. El peso promedio del animal faenado volvió a descender a 216 kilogramos, tal como había sucedido en abril y mayo de este año. Cuando se toman los primeros ocho meses del año, la producción ascendió a 2,095 millones de toneladas de res con hueso. La caída del peso promedio (-4,8%) fue compensada por el aumento de la faena (12,4%), con lo cual la producción acumuló una expansión de 7% (137.835 tn r/c/h).
(Redacción Central)
