BRUSELAS.- Productores, expertos en vitivinicultura y políticos de siete países de la Unión Europea (UE) participaron esta semana en una llamada "Cumbre del Vino" en la ciudad alemana de Maguncia, donde rechazaron los planes de reforma propuestos por la Comisión Europea y exigieron que sean revisados.
El ministro alemán de Agricultura, Horst Seehofer, el primer ministro del Estado Federado de Renania-Palatinado (región famosa por la crianza de vinos), Kurt Beck, y su ministro de Economía, Hendrik Hering, rechazaron tajantemente la reforma con la que Bruselas pretende hacer más competitiva la producción de los vinos europeos, entre otros, reduciendo la sobreproducción en los países comunitarios.
Los ciento treinta productores y representantes de regiones vinícolas manifestaron sus dudas sobre la reforma de la Comisión de la UE, que
prevé el desmonte de hasta 200.000 hectáreas de cultivo de vid. "Si esas intenciones son aplicadas una a una, tendrán consecuencias muy graves para la viticultura", subrayó Hering, quien criticó duramente la planeada prohibición de agregar sacarosa a los vinos para aumentar su graduación alcohólica. Alemania sería uno de los principales perjudicados, pero esa medida es rechazada por casi todos los miembros del bloque europeo, recordó el ministro germano.
Seehofer recalcó que Alemania no aprobará ninguna propuesta que perjudique la competitividad de la economía vinícola alemana. Ese país ya había mostrado esa posición durante la reunión de los ministros de Agricultura de la UE que se celebró el domingo en Oporto. Los europeos atacaron también la intención de la comisaria de Agricultura de la UE, Mariann Fischer Boel, que pretende eliminar la destilación de alcohol a partir de vinos que no se pueden vender, proceso que la UE subsidia con 500 millones de euros anuales.
En la cumbre, en la que ningún miembro de la Comisión de la UE estuvo presente, el socialdemócrata Beck recalcó que para llevar a cabo semejantes planes, la Comisión "ignoró lisa y llanamente" al Parlamento Europeo. "Las regiones europeas productoras de vino están decepcionadas. No nos imaginábamos una cooperación así", dijo.