Humberto Canale se ubica dentro de las bodegas de producción media, colocando en el mercado 1,5 millones de botellas por año. "Destinamos un 60% al mercado interno y un 40% a la exportación a unos 25 países", dijo Guillermo Barzi, gerente comercial de la firma, para quien la proliferación de etiquetas argentinas no es un problema: "El mercado sigue creciendo y hay lugar para todos. Hay una creciente demanda exportadora".
¿A qué se debe este boom de ventas en el exterior? "Es una conjunción de varios factores. Por un lado el diferencial de cambio, que indudablemente es un tema importante. Pero por otro lado la Argentina se ha posicionado como un país muy interesante, con vinos del nuevo mundo, juntamente con Chile, Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica", opinó Barzi, quien aseguró que Argentina "está de moda en los principales mercados mundiales", como Inglaterra, Estados Unidos, Canadá, Brasil y en todo Latinoamérica, en países como Perú, Venezuela y Colombia, entre otros. "Países que no eran consumidores de vinos y ahora se vuelcan al vino argentino", señaló.
"Están entrando muchos nuevos jugadores al mercado. Al haber tanta competencia la barrera de entrada es relativamente baja. Básicamente lo hay que lograr es que, cuando se tome un vino argentino, éste tenga la calidad adecuada para su franja de precio", indicó el empresario. "Ahora el gran desafío es tratar de que la Argentina mantenga el estándar de calidad que está teniendo. Debe mantenerse y seguir trabajando en conjunto", destacó.