"Tenemos tres años en el mercado y en agosto pasado vendimos 75.000 cajas, lo mismo que en todo 2004", señaló Federico Fernández, sommelier e integrante del departamento de Ventas de Bodega del Fin del Mundo, que se encuentra en San Patricio del Chañar. "Ya no es una moda sino una realidad la industria vitivinícola argentina. Sigue creciendo. El consumidor está muy interesado, sabe y pregunta más", dijo Fernández.
Del Fin del Mundo está en plena expansión. Actualmente produce 4.206.000 litros y su capacidad final, con 850 hectáreas plantadas, será de unos 8 millones de litros. "En principio nuestra producción es mitad para consumo interno y mitad para exportar. Hoy en día creció mucho la marca y aumentó el mercado interno. Igual la idea es ampliar la cantidad de países, por lo que se abrió un depósito en Holanda para distribución minorista en lo que es restaurantes en toda Europa", contó el sommelier de la bodega, quien destacó que "en el mercado doméstico hay bastante información".
Sobre la región, Fernández afirmó que el desarrollo es positivo pero que lo será mucho más en el futuro. "Parque Chañar se posicionó muy bien; es la nueva región vitivinícola de la Argentina. La inversión que hubo en el Chañar hizo que la gente vea la Patagonia como un mundo vitivinícola. Antes era el norte, Mendoza y listo. Río Negro había quedado muy solo. Ahora la gente conoce la región y se hizo mucho más fuerte la Patagonia. Nos faltan años de tradición, pero a nivel calidad no hay nada que envidiarle", dijo.