La zona de Campo Grande fue, junto con Chichinales (en el otro extremo del Alto Valle), la última en ser incorporada al cultivo durante el período que marca la Conquista y la provincialización. La colonia surgió como consecuencia de la subdivisión de las tierras del Contralmirante Bartolomé Cordero en la década del '30 y con una particularidad: como está situaba arriba del dique Ballester, sus tierras no estaban servidas por el sistema integral de riego del Alto Valle. Es así que fueron sus primeros propietarios los que idearon, implementaron y administraron su propio sistema de riego, entre ellos la familia de Pedro González (ver Historia de Vida) y el viverista Rosauer. Los pioneros bebieron de una bocatoma aguas arriba del dique, sobre el río Neuquén.
Campo Grande abarcaba unas 4.000 hectáreas sobre la margen izquierda del río Neuquén y pasó -administrativamente a formar parte de la comuna de Cordero. Los primeros lotes fueron vendidos en 1947 con las obras de riego ya construidas. En esa colonia agrícola surgieron tres pueblos: Sargento Vidal, San Isidro y Villa Manzano.
Los González Getino compraron en 1947 una propiedad en Campo Grande. Pedro y Modesto la desmontaron y plantaron. Primero con viña, luego con alfalfa y, con el tiempo, frutales. "Cuando se roturó la alfalfa también hicimos papas relata Electra González, unas papas enormes que cargaban en la estación de Barda del Medio y mandaban en consignación a Buenos Aires. Nosotras ya no trabajábamos en la chacra, ya podíamos contar con gente que nos ayudara. Aun así, mamá salía a recorrer la chacra todos los días, lo hizo durante 20 años y, en la época de las nueces, vivía bajo los nogales levantando nueces. Le encantaba hacer esa actividad, pues le recordaba sus años en España. Ella murió en 1978, tenía 94 años y hasta poco antes de morir la veíamos trayendo nueces".
Cuando la chacra entró en producción, vendieron la fruta a varios galpones, entre ellos al de Fischer, de Cinco Saltos, y luego a Moño Azul. La uva la entregaban a la Cooperativa La Picasa de Cinco Saltos, de la que Pedro fue presidente durante muchos años.
"Cuando llegamos a Campo Grande no había nada, fuimos primeros pobladores. Los primeros vecinos del lugar pagaban un maestro para que fuese a dar clase a sus chicos, hasta que nombraron un maestro y levantaron una escuela. Yo enseñaba corte y confección a mujeres de Campo Grande, hasta los 80 años hice vestidos de novia. Recuerdo a María y Susana Hiroki, inmigrantes japoneses que llegaron al lugar, primero como floricultores. Hacían crisantemos que mandaban a Buenos Aires en avión; luego se hicieron fruticultores. Me acuerdo de otros vecinos: los Murillo, los Manolo, los Gualda, los Hernández, los Obruke, los García...".
"Pedro es un capítulo aparte afirma uno de sus sobrinos. Tenía espíritu pionero, siempre dispuesto a comenzar, a fundar, a rehacer la vida otra vez. En Santiago del Estero había sido juez de Paz y cuando llegaron a Campo Grande hicieron las obras de riego con los Rosauer. Fue por 30 años presidente del Consorcio de Riego y de Corpofrut, concejal de Cordero, asesor del municipio de Campo Grande y un amante de este Valle". (S. Y.)