Algo más de mil personas espera reunir la Asociación de Exportadores de Chile para presionar al gobierno a que tome medidas frente a la violenta pérdida de competitividad que vive la fruticultura de ese país.

El ambiente frutero está para cortarlo con cuchillo. Los costos laborales, medidos en dólares, aumentaron un 20% en los últimos tres años y en el mismo lapso el sector ha obtenido precios deprimidos. ¿El resultado? Las grandes exportadoras están vendiendo sus chacras mientras que la mayoría de los pequeños y medianos fruticultores trabaja a pérdida.

Frente a ese duro trance, la estrategia pública de la industria frutera fue hacer lobby en los pasillos gubernamentales y publicar sendos estudios sobre la crisis. Sin embargo, los resultados son casi nulos. "Hay un malestar masivo frente a la actual situación. Hay que darle una expresión pública a ese clamor", afirmó esta semana Ronald Bown, presidente de la Asociación de Exportadores Asoex al diario "El Mercurio".

Por eso, los fruticultores planean un fuerte golpe de timón a su estrategia. Su nuevo objetivo es presionar pública y masivamente a las autoridades para que tomen cartas en la crisis que vive el sector. Esta nueva ofensiva tiene fecha y lugar de desembarque: 8 de agosto, en pleno centro de Santiago, la capital del país trasandino. El objetivo de la Asoex es reunir a más de mil representantes de la industria frutícola, incluyendo a productores y ejecutivos de las exportadoras, en el "Primer cónclave nacional de la fruta". La semana pasada el directorio de la Asoex decidió crear cuatro comisiones temáticas para debatir, antes de presentar las propuestas al gobierno. Las áreas de trabajo serán el mercado laboral, la protección sanitaria, la investigación científica y tecnológica y la campaña de imagen país. Las iniciativas serán canalizadas por los integrantes de cada comisión, así como a través de una página web de la Asoex.