Una merma de 41%, respecto de la temporada anterior, tendrá la cosecha de ciruelas para deshidratado en California, el estado responsable de prácticamente el total de la producción de esta especie en EE. UU.
El informe del Departamento de Agricultura resumido en un artículo de la "Revista del Campo" es contundente para definir la considerable caída en la producción.
Dos factores explican el fenómeno: el clima y el añerismo de las chacras.
El efecto climático, que es sin duda el factor que mayor incidencia ha tenido en la pérdida proyectada, se debe a las heladas que afectaron la floración.
Respecto del añerismo, en el 2006 el rendimiento promedio fue el más alto de los últimos 15 años, lo que determinó un agotamiento de las plantas en el 2007. Cabe recordar que EE. UU. obtuvo en el 2004 una de las cosechas más bajas de su historia y que el 2005 también fue un año de poca producción.
La cosecha de ciruelas para deshidratado en EE. UU. debería ser de aproximadamente 95.000 toneladas cortas (86.000 toneladas métricas). Esto es 77.000 toneladas métricas menos que en el 2006. Este valor es incluso menor al registrado en el 2005. Como EE. UU. es el principal productor y exportador de ciruelas deshidratadas, las fluctuaciones de su oferta repercutirán directamente sobre el mercado internacional.