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Sábado 02 de Junio de 2007
 
 
 
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  OPINION
  Neuquén y su plan de desarrollo ganadero

Se invirtieron más de $ 5.000.000 en el control de las barreras. El programa generó 14.000 nuevos terneros en la provincia. Por primera vez en 20 años, volvieron los remates.

 
 

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El año 2000 no podía haber empezado de peor manera para la ganadería neuquina. A la situación de desaliento que llevaba varios años, por la falta de incentivos a la producción en la Argentina, la falta de planes, se sumaba la noticia de que nuestro país perdía el estatus sanitario de libre de aftosa sin vacunación por la proliferación de focos de dicha enfermedad en buena parte del territorio de la República Argentina. Para colmo de males, el Senasa diagramó un nuevo mapa sanitario en el país, ubicando la barrera sobre el puente del río Neuquén, entre Cipolletti y la capital neuquina, dejando toda la provincia (es decir a los consumidores) de un lado y a los proveedores del otro

La realidad indicaba que peor no nos podía ir. Sin embargo había motivos para la esperanza. A poco de iniciar el gobierno, a fines de 1999, habíamos generado una ronda de consultas desde el Copade con todos los ganaderos de la provincia, para elaborar un Plan Ganadero Provincial que, pensado desde la realidad de aquel momento, nos proyectara en 10 años a un nuevo escenario que aprovechara las fortalezas de nuestra ubicación geográfica en la Patagonia.

Así fue que, en el año 2001, nació el Plan Ganadero Provincial, fruto del trabajo conjunto de todos los sectores productivos involucrados en la actividad y que fuera la superación de una serie de controversias históricas entre los ganaderos por una lado y los matarifes y frigoríficos por otro, que habían mantenido aprisionada la ganadería neuquina y su industria por varios años no sólo no dejándola crecer sino retrocediendo en la mayoría de los rubros estadísticos.

Junto con el Plan Ganadero Provincial, diseñamos un nuevo mapa sanitario en el país, con las autoridades del Senasa que nos ayudaron. Así fue que por primera vez la provincia del Neuquén se dividió en dos, dejando de un lado a los consumidores protegidos de los monopolios (como debía ser) y por otro lado a los productores protegidos del virus (como también debía ser). La zona de los

consumidores era muy pequeña (parte del Departamento Confluencia) y libre de aftosa con vacunación y la zona de los productores, que comprendía todo el sector de mayor producción ganadera de la provincia, era libre de aftosa sin vacunación. Recibimos algunas críticas, las recuerdo muy bien. A todos ellos les dijimos que nos dejaran actuar, que teníamos un plan, que trabajábamos seriamente y que lo que aseguraba el éxito de estas políticas era la continuidad, la que se logró en las elecciones del año 2003.

Así fue que el Plan Ganadero Provincial incluyó, como uno de los objetivos fundamentales, lograr en 9 años (para el 2009) el estatus de libre de aftosa sin vacunación a nivel internacional, trabajando en dos fases: la primera hasta el 2004 y la segunda hasta el 2009.

El Plan Ganadero Provincial es en la actualidad el más antiguo en vigencia del país. Tuvo varias virtudes de nacimiento. Mucha discusión entre los participantes de la cadena productiva. Un fuerte involucramiento de todos los técnicos provinciales en el diseño, puesta en marcha y continuidad del programa. Un fuerte aporte económico del gobierno a partir de la decisión política del gobernador Sobisch de hacer del plan una política de Estado. Su aprobación por ley, por la mayoría del Movimiento Popular Neuquino y con el apoyo de la oposición (sólo dos diputados votaron en contra).

Una característica especial del programa fue la creación del Incentivo Ganadero, es decir un aporte del gobierno que todos los años se desembolsaba directamente a los productores en función de un objetivo fijado por el plan. El primer objetivo hasta el 2004 fue lograr la mayor adhesión de productores y, por ende, la dedicación de todos para lograr una ganadería de calidad en primer lugar y de cantidad después. El segundo objetivo, hasta el 2009, fue que el ciclo productivo se terminara en la provincia del Neuquén. Rápidamente tuvimos respuesta positiva.

Fue notable cómo el Plan Ganadero Provincial fue conteniendo en su seno a todos los ganaderos provinciales, muy pequeños, pequeños y

medianos aquí en Neuquén no hay ganaderos grandes, comparados con el resto de la Argentina. Pero sí hay ganaderos capaces de hacer su tarea como el mejor y también hay espíritu de trabajo en equipo, que escasea en otros lugares. Llevamos entregados más de 30 millones de pesos desde su creación hasta la fecha a través de listados transparentes, que no han merecido hasta la fecha una sola objeción y que son auditados anualmente por profesionales competentes.

Otro elemento innovador de nuestro plan fue la apuesta que hicimos al mejoramiento genético. La ganadería neuquina es de buena calidad, pero era necesario darle homogeneidad a los planteles y apuntar a los reproductores de excelencia, con las mejores técnicas de inseminación artificial y fundamentalmente a darle continuidad en el tiempo a este trabajo. Por ello firmamos acuerdos con la Asociación Argentina de Hereford y de Aberdeen Angus, que cuatro años después marcan rumbos en la Argentina por su seriedad y continuidad. Incluso pequeños ganaderos neuquinos viajaron a Estados Unidos (Wyoming) para ver in situ los ejemplos de trabajo genético, reproducción a corral y la situación de zonas productivas muy parecidas a la nuestra geográficamente.

En el año 2004 incorporamos al Plan Ganadero el programa de engorde de ganado, que ha tenido un éxito rotundo. El año pasado se engordaron en la provincia más de 14.000 terneros, a pesar de todas las dificultades de la ganadería en la Argentina que todos conocemos. Esto tiene que ver con el objetivo de la fase II del Plan Ganadero, es decir completar el proceso productivo dentro de nuestra provincia generando cada vez más trabajo en el interior del

Neuquén.

Luego de veinte años volvieron los remates al territorio neuquino, que ya llevan tres años de continuidad y un mejoramiento notable en cada uno de ellos.

En siete años se mejoró sustancialmente la infraestructura industrial. Hoy funcionan normalmente el matadero de Senillosa (parado

entonces), el de Centenario (también parado), el de Piedra del Aguila (no existía) y se está terminando el matadero de Zapala, muy importante por su ubicación geográfica para el desarrollo del programa. Simultáneamente la provincia estimuló la construcción de pequeños mataderos en todo el interior provincial y ayudó fuertemente a la municipalidad de Chos Malal para que funcione el único matadero de caprinos de la provincia con tránsito federal.

Hoy logramos, dos años antes de lo previsto, el reconocimiento internacional para nuestra provincia como libre de aftosa sin vacunación.

Creo que es uno de los logros más importantes de la producción neuquina de los últimos años, pero lo más trascendente es que no fue un hecho casual.

Fue el producto de la planificación y del trabajo conjunto de mucha cantidad de gente, comenzando por el gobernador Sobisch que tuvo la decisión política inquebrantable de apuntalar este plan desde el comienzo y haberlo sostenido en la época de "vacas flacas" (2001, 2002 y 2003).

Los productores tuvieron un rol fundamental, creyeron, participaron y sostuvieron el plan, sobre todo los más pequeños, los de menores recursos, los que por ahí pensaron que no eran tan importantes y sí lo son. A ellos los fuimos a visitar a sus propios campos, los premiamos, los estimulamos, los acompañamos con el programa genético y hoy también lograron este reconocimiento. A la Sociedad Rural del Neuquén y a la Sociedad Rural de Noroeste, gracias por trabajar codo a codo por el engrandecimiento de la producción de la provincia del Neuquén.

Dentro del Ministerio de Producción y Turismo participaron especialmente, componiendo un equipo de trabajo, la Subsecretaría de Producción y sus Direcciones Regionales, con técnicos de reconocida experiencia, el Cippa y la Dirección Provincial de Ganadería como puntales, que llevaron adelante oficialmente estos planes con una gran colaboración del resto de las áreas provinciales, como Hacienda y Finanzas, el Banco de la Provincia del Neuquén, el IADEP, la Policía provincial, que participa activamente en los puestos de control, y por supuesto hemos hallado coincidencias fundamentales, para todo este proceso ante la Organización Internacional de Epizootias con sede en París, con el organismo nacional de contralor de la sanidad animal, Senasa, siendo todos en conjunto capaces de llevar adelante este logro para la Argentina y en particular para la Patagonia.

La provincia de Neuquén, invirtió en estos 7 años, solamente en el control de las barreras sanitarias, más de 5 millones de pesos.

Como lo hemos dicho varias veces antes, ahora es el momento de salir a competir por los mercados internacionales. Tenemos el mejor estatus sanitario del mundo, tanto en el mal de la vaca loca como en aftosa. Ahora, este logro hay que transformarlo en divisas para el país a través de la exportación de nuestra carne industrializada.

 

MARCELO FERNANDEZ DOTZEL (*)

(*) Ministro de Producción y Turismo del Neuquén

 

   
   
 
 
 
Diario Río Negro.
Provincias de Río Negro y Neuquén, Patagonia, Argentina. Es una publicación de Editorial Rio Negro SA.
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