BUENOS AIRES (ABA).- Quien fuera dueño de la poderosa frutícola Tatedetuti SA, Lorenzo Scagliusi, hizo una durísima denuncia por estafa y defraudación a quienes intentaron quedarse con la empresa quebrada, situación esta última que los acusados estuvieron a punto de llevar a cabo si la Cámara Nacional en lo Comercial no hubiera invalidado el fallo de la jueza del mismo fuero, Norma Di Noto.
Scagliusi anunció que está dando pasos acelerados para llevar al fuero penal a Rafael Augusto Terán Nogués y un amplio grupo de familiares y colaboradores que armaron una estrategia de "vaciamiento" de la empresa.
En el más alto nivel de responsabilidades para que la frustrada maniobra prospere, Scagliusi involucró a la propia magistrada Di Noto y a los síndicos Marta Estévez y Lázaro Musante que, de acuerdo a fuertes versiones, acaban de ser sustituidos.
Cabe recordar que hace dos años Terán Nogués, al frente de la empresa Sajenco SA, obtuvo la posesión de Tatedetuti, pero el incumplimiento de los compromisos asumidos derivó en la quiebra de esta última. Luego, una sociedad denominada Conasyne presentó una oferta con un supuesto propósito salvataje.
Lo cierto es que la "estrecha vinculación" entre Sa
jenco y Conasyne se hizo evidente. Como se advierte en el expediente, no sólo Terán Nogués actuó en ambas empresas, incluso Eduardo Harosteguy, gerente general de la primera, resultó integrante de Conasyne y Francisco Terán Nogués hermano de Rafael, también representante de Sajenco, fue quien cedió a favor de Conasyne los créditos verificados contra Tatedetuti sin acreditar ser propietario de los mismos.
En su escrito de apelación, Scagliusi describió como objetivo de Rafael Terán Nogués "tomar la posesión de los activos de Tatedetuti para vaciar al empresa y comprarla en un 20% del valor del mercado".
Más allá de tales imputaciones, la Sala E de la Cámara Federal en lo Comercial fue
contundente al adherir por unanimidad al dictamen del Ministerio Público de la Nación sobre la oferta presentada por Conasyne SA: "...Cabe agregar la total falta de transparencia de la modalidad de venta autorizada por la a quo (jueza de primera instancia), dado que ni si quiera se llamó a una mejora de oferta", dijo la fiscal actuante en el pronunciamiento convalidado por los camaristas Angel Sala, Rodolfo Ramírez y Martín Arecha.
"La aceptación de la oferta continúa el dictamen implica la violación de principios concursales de orden público".
Otro párrafo contundente del fallo tomado por el Tribunal de Alzada señala que "la venta directa implica que el juez está facultado para prescindir del sistema de remate, pero no para vender o autorizar una venta a persona determinada con un precio acordado entre comprador y Tribunal", como había convalidado el fallo apelado.
También la Cámara desmenuzó que la oferta de Conasyne aceptada por la síndica y por Di Noto implicaba dejar a los trabajadores despedidos "en total desprotección", además de violar de modo categórico la igualdad de trato de los acreedores (iban a tener prioridad unos pocos privilegiados). "Mientras algunos no tendrán que reclamar un crédito contra la quiebra al ser empleados por Conasyne, otros se quedarán sin empleo y sin bienes de donde cobrarse sus acreencias", indicó el pronunciamiento.
La sentencia de alzada también apuntó que la decisión apelada "no invoca qué norma autoriza a la jueza a liquidar los bienes de la fallida del modo en que lo hizo".
¿Por qué se llegó a tal situación? En la versión de Scagliusi se trató de un armado que contó con numerosos apoyos de importantes personas con responsabilidades en este caso.
LO QUE FUE Y
LO QUE SE VIENE
Mientras revisa una nutrida documentación y descarga un rosario de datos, Scagliusi advierte como será su revancha jurídica contra lo que denomina una "estafa programada". Sostiene que, llevada la cuestión al ámbito penal, pedirá el cruce de los llamados entre los protagonistas de la trama y la sindicatura y que también pedirá el juicio político a Di Noto.
Y se despacha con acusaciones como que Hassiner (uno de quienes actuó en nombre de Conasyne en la
operación para levantar la quiebra) viajó con el hermano de la jueza a ver el último Mundial.
En su departamento de Palermo Chico que dice que es alquilado donde recibió a "Río Negro", Scagliusi detalla su vivencia de los hechos.
Recuerda que fue víctima de los consejos del estudio de Durañona y Vedia y "los Pinedo" para concretar una operación bajo la idea de salvar su empresa familiar, que había sido próspera desde su creación en 1981 y víctima del contexto económico del país en 1999.
Después de cinco años en busca de inversores, "Francisco Durañona y Vedia me acerca a Rafael Terán Nogués como potentado inversor", recuerda Scagliusi.
El mismo relata que en marzo del 2005 el precio de venta fue de 5,7 millones de dólares por los activos y que, para anticipar la posesión, Tatedetuti le entregó a Sajenco un millón de dólares en frutas. Sajenco se quedaría con gran parte de los activos, se haría cargo de parte del pasivo y quedaría para Scagliusi y su gente la empresa residual.
Pero luego los cheques de Sajenco (de Rafael Terán Nogués y su esposa Andrea Jolivet Machiandiarena, cuyos gerentes eran Gabriel Terán Nogués y Enrique Molina) comenzaron a ser rechazados. Fue en diciembre de ese último año cuando se decretó la quiebra a Tatedetuti. El motivo: según el recuento, un cheque rechazado por 15.000 pesos emitido por Sajenco y endosado por Tate.
En esa instancia, que Scagliusi destaca como momento clave, Conasyne constituida con gente del entorno de Terán Nogués (Cantón y Hassiner) lanzó una propuesta para "levantar" la quiebra.
Como en principio la oferta distó de ser aceptable, Co
nasyne se presentó utilizando cesiones de crédito ofrecidas por Tatedetuti. "Los síndicos están en conocimiento de esta operación fraudulenta, lo cual demuestra la connivencia", insiste Scagliusi.
Incluso continúa el relato Francisco Terán Nogués "presentó créditos verificados contra Tatedetuti, no surgiendo que los acreedores hayan cedido al mismo sus acreencias".
Scagliusi destaca que la entrega a Terán Nogués de todas las cesiones de créditos verificadas en el concurso de Tatedetuti fue a condición de que le sean devueltas de no concretarse la operación.
Pero dispara Scagliusi lo que querían los Terán era "quedarse con la empresa y sus activos, sin comprometerse en nada de lo acordado con Sajenco".
En ese punto el entrevistado subraya que la jueza que aceptó la oferta de Conasyne entregándole la administración de los campos y su cosecha causó un enorme perjuicio a la masa de acreedores.
"Los síndicos no actuaron en defensa de los acreedores ni de los empleados de Tatedetuti para defender un patrimonio de aproximadamente 30 millones de dólares, sino que acompañaban a Terán Nogués (o Conasyne S A) en el intento de comprar en la quiebra", concluye Scagliusi.
La lista de nombres involucrados no cesa: abarca a influencias políticas de los Terán en Tucumán, a los Durañona y Vedia y a los Pinedo, así como a quienes desfilaron como caras visibles o en las sombras de Conasyne y de Sajenco.