Brasil se encuentra frente al nuevo desafío de aumentar sus exportaciones de frutas frescas para consolidarse como proveedor de este tipo de productos en el mercado internacional.
Con esa meta está trabajando fuertemente sobre los costos de producción, para poder ganar en competitividad. Así lo aseguró el titular del Instituto Brasileño de Frutas (Ibraf), Moacyr Saraiva Fernandes, en diálogo con "Río Negro Rural" horas antes de la disertación que realizó en General Roca durante el "II Seminario en el Valle" organizado por la revista especializada "Informe frutihortícola".
En sólo siete años, las exportaciones de fruta fresca brasileña se han incrementado un 270%, para superar los 470 millones de dólares. Con un área de cultivo cuantificada en cerca de tres millones y medio de hectáreas y una producción media anual del orden de los 40 millones de toneladas, Brasil ocupa el tercer lugar en el ranking de producción mundial, detrás de China e India.
Las ventas externas de frutas representan tan sólo el 2% del total de la producción. El 55% lo abarca la industria procesadora (especialmente, la de jugos concentrados) y el 43% restante se orienta al consumo fresco dentro del mercado interno. "Debemos comenzar a ser más competitivos desde adentro. Hoy, las pérdidas de frutas en todo el ciclo productivo y de distribución representan del 10 al 50% de nuestra oferta total, números que resultan incompatibles con un sistema frutícola competitivo", asegura Saraiva Fernandes.
ESCENARIO PARA
LA MANZANA
En relación con la producción de manzana de Brasil, el ejecutivo de Ibraf destacó que para esta temporada se espera obtener un total de 830.000 toneladas, cifra casi un 25% superior al promedio de las últimas tres cosechas. Resaltó, por otra parte, que
problemas de calidad han determinado importantes desvíos de volumen hacia la industria de jugos concentrados. "Creemos que el sector industrial va a recibir un 30% más de manzana que el año anterior", confió, y señaló que hay que prever que unas 550.000 toneladas de manzanas serán absorbidas por el mercado interno.
La Argentina, el principal proveedor de manzanas desde terceros países hacia ese destino, proyecta exportaciones por algo más de 70.000 toneladas, teniendo en cuenta los buenos precios que está consiguiendo este producto en la plaza. "Más que las importaciones prove
nientes de la Argentina, nos preocupan mucho los cambios en el clima, porque esto nos llevaría a forzar modificaciones sobre cultivos que hoy están estratégicamente plantados en muchos puntos de Brasil", aseguró Saraiva Fernandes.
Respecto del mercado interno para la presente temporada, señaló que se mostrará sostenido pese a que existió una mayor cosecha. Los problemas de calidad permiten prever un buen segundo semestre para este tipo de producto.
Asimismo, el ejecutivo destacó que está en estudio una nueva variedad de manzana que se adapta muy bien al sistema agroecológico que presenta el sur de Brasil. La variedad, llamada "Eva", es producto de un cruzamiento de otras dos locales y ya tiene importantes resultados a campo. "No necesita tantas horas de frío y tiene características muy parecidas a la Gala en lo que se refiere al sabor", confió.
Sin bien no quiso abundar en precisiones sobre este punto, aseguró que habrá que esperar dos o más temporadas para que la Eva esté en las góndolas de los supermercados, disponible para el consumidor. "Podemos adelantar que la Eva es una fruta de menor aspecto externo que la Gala y la Fuji que hoy existe en nuestras explotaciones, pero con un sabor muy bueno, acorde con la demanda del mercado brasileño", puntualizó.
El de la manzana es uno de los sectores más organizados en la fruticultura brasileña, con altos niveles de tecnología; sin embargo, Saraiva Fernandes aseguró que se está trabajando profundamente en la reestructuración de los costos para bajarlos, "ya que es la única manera de compensar las desventajas climáticas que presenta nuestro país con otras de tipo tecnológico. Ese es el camino para poder seguir creciendo en el mercado".
Para este año, Brasil proyecta exportar alrededor de 90.000 toneladas de manzanas y el objetivo es duplicar este volumen en el mediano plazo. Si bien el titular del Ibraf insistió en que el pro
yecto de manzana de su país apunta a consolidar el consumo de este producto en el mercado local, no dejó de remarcar que Brasil tiene un alto potencial para colocar todo tipo de frutas en el exterior y que hoy, por diversas razones, esta oferta no está llegando a las góndolas externas.
"Todos nuestros trabajos hoy apuntan a maximizar la colocación de manzanas frescas en el mercado local, especialmente de bajos calibres. Si bien hay un programa que acabamos de cerrar con Gran Bretaña, con Gala pequeña para los niños que van a la escuela, estos son proyectos marginales. Estamos trabajando, el sector público y privado, en la generación de cambios sobre los hábitos de consumo de nuestra población. Eso ayudará a ordenar toda nuestra oferta frutícola", manifestó el especialista.
El carioca es un mercado de algo más de 180 millones de habitantes. De poder de compra para consumir manzana en esta plaza disponen