JUNIN DE LOS ANDES (ASM).- En 1898 llegó a Zapala un inglés duro, médico de profesión y pionero por convicción. Y no es pura lisonja.
Hosking Trannack compró unas leguas de campo de una tierra que no conocía. Las compró desde su país, antes de viajar. Sólo preguntó si se lo podía considerar "pionero" a su llegada. Y llegó, pero no como uno se podría imaginar hoy.
Tardó siete años desde el momento en que salió de Quilmes hasta que tocó lo que hoy es Zapala, al mando de una tropilla de carretas que debió desarmar y convertir en balsas para cruzar el río Colorado y volver a armar ya en la otra orilla.
Se tomó dos años para organizar la expedición con la familia y otros siete años para llegar con los bueyes por único motor.
Los hombres dormían bajo las carretas y sólo las mujeres podían dormir en ellas.
Y cuidado... que no eran unas carretas cualesquiera. En una, hasta llevaban un piano para hacer baile.
Hosking fue el padre de Arturo Trannack, uno de los fundadores de Zapala y padre de Ricardo, quien se unió con Josefina Labadie.