Las recientes definiciones del titular del programa nacional para el control de la carpocapsa, Adolfo García Barros, destacando el buen desempeño del trabajo en torno a la problemática que presenta la plaga en la región muestra que existe poco conocimiento sobre el tema que se está abordando o que los números que están presentando en sociedad poco tienen que ver con la realidad existente en las chacras y galpones de empaque con respecto a la incidencia real de la plaga en la fruta.

"El programa es todo un éxito", definió el funcionario ante los periodistas que lo consultaban. Argumentando este optimismo mostró una serie de cuadros estadísticos junto a los técnicos del programa, ejecutivos de CAFI y representantes de la Federación de Productores para finalizar así diciendo: "Estamos en el camino correcto".

Todo suena muy extraño. En primer lugar, los galpones de empaque aseguran que están recibiendo fruta con daño de plaga en altísimos niveles. "Si rechazamos todos aquellos lotes que tengan más del 3% con carpocapsa, terminaremos procesando el 50% de la fruta que embalamos el año pasado", aseguró con ironía un empresario que pre

firió mantenerse en el anonimato, ante una consulta de este diario.

Por otra parte las estadísticas que muestran los embarques de nuestras frutas al exterior detallan que la presión de la plaga se encuentra en niveles muy parecidos a los de la temporada pasada.

Y por último, al consultar a todos aquellos productores que se encuentran por fuera de los bloques del programa, que representan una parte importante del Valle, muy pocos son los que coinciden en decir que la plaga está cediendo en la zona.

La región está en crisis sanitaria. Decir lo contrario es, sencillamente, no querer ver la realidad. Algo muy parecido esta haciendo hoy el gobierno nacional con el tema precios. Toma algunas bocas de supermercados, un cen

tenar de comercios sobre los que hay una presión directa de control y de allí saca los valores del IPC. De ahí sale que la inflación para este año va a cerrar por debajo del 10%. Pero pocos son los ciudadanos que creen en esta estadística y casi ningún organismo internacional serio la computa como real.

Todo un retroceso.

Las autoridades del programa de control de carpocapsa muestran algunas estadísticas sobre los bloques trabajados (símil Moreno con los precios en los supermercados) y de ahí sacan sus conclusiones.

Tanto García Barros con su índice de "karpocapsa", como Moreno con su propio "Indek", esconden un problema que, de no tomarlo con seriedad y a tiempo, comenzará a trabajar como una bomba de presión.

El problema de la carpocapsa está cada vez peor y esto hay que decirlo con todas la letras, pese a que desde el exterior se reciban críticas por el desmanejo sanitario que tuvo la región en estos últimos 15 años.

Asumir responsabilidades, sería tal vez un paso importante que debería dar la actual dirigencia del programa. Pensemos que, de seguir con esta tendencia sobre la plaga, en pocos años más Estados Unidos y Europa comenzarán a cuestionar nuestras exportaciones, poniendo en serio riesgo lo medular de la principal actividad valletana. Estamos ante una de la últimas oportunidades para poder revertir este flagelo que origina pérdidas superiores a los 25 millones de dólares por año. Intentemos aprovecharla. Por el bien de todos. (J.L.)