La producción de manzana de Brasil no deja de pasar sobre saltos. Durante noviembre y diciembre del año pasado dos fuertes tormentas de granizo terminaron por afectar los programas de fruta que se esperaban destinar al mercado en fresco.
Esto determinó que la primera parte de la cosecha de manzana fuese mayor a lo normal y mucha fruta se lanzó al mercado en muy malas condiciones lo que terminó por afectar los precios, fundamentalmente en los primeros días de febrero que es donde se puede sacar una buena diferencia en los precios del producto.
Pero aquí no terminó la odisea de los productores. En marzo el granizó volvió a golpear lo que quedaba en los arboles . De esta manera se redujo la cantidad de frutas para embalaje y se incrementaron los volúmenes de manzanas para la producción de jugo.
Las últimas proyecciones privadas determinan que alrededor de 100.000 toneladas de manzana se reorientaron del mercado en fresco a la industria de concentrados por los problemas climáticos que aparecieron antes y en medio de la cosecha.
Las plantaciones de manzanas Fuji fueron las que más sufrieron el impacto de las tormentas. La proyección de 110.000 toneladas destinada Europa deberá reconsiderarse, ya que en las cuatro primeras semanas de su exportación, las cifras que dieron a conocer las autoridades portuarias indicaron que los volúmenes bajarían a 70.000 toneladas por los efectos generados por el granizo sobre la producción.
Pese a ello, la calidad de la manzana será buena, según el informe de la Asociación Brasileña de Productores de Manzanas (ABPM). Como hay plantaciones que reciben lluvia cada semana, los tamaños de las frutas también será el adecuado, pero el suministro de ellas será algo limitado, confió una fuente del organismo.
Las primeras proyecciones dadas a conocer por distintos estudios del sector privado detallaban que la producción de manzanas de Brasil se ubi
caría este año en las 821.000 toneladas, cifra que representaba un crecimiento del 25% cuando se la comparaba con los niveles de la temporada anterior. De esa cifra 110.000 toneladas estaba proyectadas para la exportación, unas 460.000 toneladas se iban a orientar al mercado interno y alrededor de 250.000 toneladas a la industria. Las primeras estadísticas extraoficiales muestran que, luego de las tormentas de granizo, las proyecciones aproximadas son las siguientes: cerca de 70.000 toneladas se destinarán al comercio externo, algo más de 380.000 toneladas al mercado interno y algo más de 350.000 toneladas a la industria, lo que terminará dando una cosecha efectiva levemente superior a las 800.000 toneladas.
Las estadísticas muestran que la oferta del Valle entrará el segundo semestre del año con un mercado menos abastecido de manzana local. Un dato positivo para la región.