La cebolla no siempre hace llorar. A algunos, les dibuja una sonrisa en la cara.
Claro que esto no es sencillo, porque más allá de que ciertos productores destaquen que comenzar con el desarrollo del cultivo es algo relativamente simple, quienes producen y comercializan cebolla saben que toda la cadena termina siendo como una lotería al finalizar la temporada y cerrar los números de la misma.
“En una misma temporada te podés encontrar con un mercado que te paga precios muy buenos y a los pocos días no te da ni para cubrir los costos de producción”, destaca Horacio Brion, productor, empacador y representante de los propietarios de plantas de empaque de la zona nordeste de la Región Protegida Patagónica con su explotación en la localidad Mayor Buratovich, provincia de Buenos Aires.
La actual es una temporada que podría calificarse como buena, aunque muchos productores aseguran que recién en mayo se puede hacer un balance general de la misma. “Simplemente diría que será una buena temporada”, asegura Brion. “El año pasado tuvimos un mercado brasileño tranquilo, aunque este año se notó el repunte que tuvo”, confiesa el productor.
Las estadísticas muestran, es este sentido, la importancia que tiene el vecino país para la producción local.
Los datos oficiales del 2006 remarcan que la cebolla que salió de la región protegida alcanzó las 434.000 toneladas. Algo más de 203.000 toneladas fueron al mercado interno. El resto fue a exportación y tuvo como principal destino el mercado brasileño, que absorbió el 85% del la oferta productiva. A los mercados de la Unión Europea se orientaron algo más del 14% de la producción y un ínfimo 1% fue destinado al resto de los mercados (ver infograma adjunto).
Hay que destacar que Brasil también es un gran productor de cebollas pero que no logra autoabastecerse en el mercado, por lo que compra grandes volúmenes a nuestro país, y esto se potencia cuando tiene inconvenientes en su producción.
En rigor de verdad, los brasileños siempre compran mucha cebolla patagónica, pero sucede que cuando tienen alguna contingencia de orden climático, por ejemplo, la demanda se dispara.
“Seguramente este año ellos tuvieron problemas de altas temperaturas que afectaron sus volúmenes producidos, por lo cual vinieron a buscar nuestra oferta más temprano y en mayor cantidad”, describe el productor patagónico.
Al hablar del mercado de la Unión Europea, Brion destaca que Europa “no busca tanto el volumen” sino que las exigencias están dadas en la calidad de la cebolla. Por esta razón, un gran porcentaje de los comercializadores de la región están adecuándose a las exigencias de la norma EurepGap.
Las estadísticas preliminares de la presente temporada muestran que en este mismo período los envíos a Brasil crecieron a la fecha más del 300% respecto de los niveles del año anterior. Al 11 de marzo del corriente ya se habían exportado algo más de 560.000 bolsas de cebolla con ese destino.
Esta misma tendencia se observa sobre las colocaciones en el mercado europeo. Los datos dados a conocer por la Terminal Portuaria Patagonia Norte SA destacan que al 15 de marzo los embarques regionales de cebolla totalizaron las 5.800 toneladas, cifra que representa un incremento respecto del mismo período del año anterior del orden del 260%.
Datos del mercado destacan asimismo que los precios conseguidos en la presente temporada son superiores a la anterior en un promedio del 20%. Una bolsa de cebolla destinada al mercado europeo hoy se paga al productor entre 3,5 y 4,5 dólares. Los envíos a Brasil pueden cotizar algo más bajo en función de la calidad del producto a exportar.
MAYOR PRODUCCION
A NIVEL MUNDIAL
En el mundo la producción de cebolla va en franco crecimiento, ya que mientras que durante la década de los ’90 se producían alrededor de 30 millones de toneladas, los registros señalan que en los últimos años esa cifra se ubicó en torno a los 53 millones de toneladas. Según los especialistas, esto se da no tanto por el mejoramiento de los rindes, sino más bien por la ampliación de las zonas de plantación.
Sin embargo, las estadísticas muestran asimismo que la oferta de cebolla a nivel mundial es muy volátil, ya que es un producto que está muy expuesto a los vaivenes climáticos.
Como muestra, Brion asegura que las altas temperaturas de enero hicieron disminuir los rindes en toda la zona cebollera de nuestra región “en aproximadamente 200 bolsas por hectáreas y, si pensamos que tenemos alrededor de 10.000 hectáreas de producción en el Valle Bonaerense del río Colorado, terminamos por proyectar que en esta temporada perdimos unas 5 millones de bolsas”. Un dato no menor, teniendo en cuenta los 4 dólares promedio a los que hoy cotiza la bolsa de cebolla en el mercado.
Lo mismo ocurrió con la producción brasileña. El calor y las lluvias hicieron perder algo más del 20% de la cosecha del sur de ese país. De ahí la alta demanda del vecino país para cubrir ese faltante.
Las oscilaciones en la producción a la que está expuesta la oferta mundial de cebolla marca el ritmo de precios que rige en el mismo. Cuando hay mermas en la producción, los precios repuntan. Cuando hay sobreproducción, las cotizaciones caen en picada. Esto es un clásico para la producción de cebollas.
COSECHA ADELANTADA
La presente temporada se adelantó de entre 30 y 40 días en todo el proceso de empaque.
De hecho, según los datos del Programa de Certificación de Cebollas Frescas para Exportación, los embarques hacia la Comunidad Económica Europea se iniciaron el 9 de enero, cuando años anteriores la temporada para este destino comenzaba en febrero.
Este programa, que es implementado por la Fundación Barrera Zoofitosanitaria Patagónica (Funbapa), describe que durante el primer mes del año egresaron de la zona 198,2 toneladas con destino a la plaza francesa.
Según Ursula García Lorenzana, coordinadora del Programa, “esto indica el mayor volumen exportado durante enero desde 1999, que es cuando comenzamos con la tarea de certificar en origen”. Por otra parte, los datos oficiales muestran que hasta el 11 de marzo se certificaron 409 cargas, lo cual equivale a un volumen aproximado de 11.043 toneladas exportadas hacia la plaza europea.
En cuanto a las variedades, la Valcatorce INTA es la que se exporta en mayor proporción seguida de Torrentina y variedades dulces, moradas y blancas.
9 DE CADA 10
¿Cuán significativa es la producción de cebolla en la Patagonia? Si se tiene en cuenta que de cada 10 kilos que se exportan de nuestro país 9 son producidos en la zona, la respuesta aparece naturalmente.
“Tenemos diversos valles productivos tanto en el sur de la provincia de Buenos Aires, en Río Negro y en Neuquén que por año producen del 85% de cebolla que exporta el país en su conjunto”, remarca García Lorenzana (ver mapa adjunto).
Pero no todo es color de rosa. Al señalar algunas debilidades de la actividad, los involucrados señalan fuertemente la falta de mano de obra calificada en todas las etapas de producción y comercialización.
“Entiendo que es un problema que aparece en otras actividades productivas, pero a nosotros se nos complica porque recién ahora estamos comenzando a tecnificar la actividad”, explica Brion con tono de preocupación.
Sea como fuere, la cebolla patagónica continúa imponiéndose en el concierto internacional y, a pesar de que el sector debe seguir esforzándose para responder a las exigencias mundiales, por ahora podemos decir que es la cebolla que no hace llorar.
(Redacción Central / Area de comunicación de Funbapa)
También para arriba
Las exportaciones chilenas de hortalizas frescas –que durante el ejercicio pasado totalizaron 29,8 millones de dólares– fueron lideradas por las cebollas y los ajos, con envíos por 14,4 millones y 5,2 millones, respectivamente. Sin embargo, el sector vio caer en 16,7% su crecimiento respecto del año anterior, pero se espera que durante este año dicho resultado se revierta gracias al alza de 100% previsto para los embarques de cebolla, que alcanzarían los 30 millones de dólares.
El presidente del Comité de Hortalizas de Chile (Hortach), Alejandro Cifuentes, explicó a un medio trasandino que la producción de cebollas vivirá una temporada positiva que le permitirá recuperarse de la caída experimentada durante los últimos dos años, donde se pasó de embarques por 25,6 millones de dólares en el 2004 a 14,4 millones en el 2006. “Es probable que dupliquemos los embarques porque en Europa hay escasez de cebolla y en EE.UU. la demanda está creciendo, en un contexto de precios favorables”.
Por ello, los buenos resultados del período impulsarían un aumento en la superficie plantada de cebollas que actualmente alcanza las 6.000 hectáreas, cuya producción se destina en un 50% al mercado local y en el mismo porcentaje a los destinos externos. De ahí que en el 2006 este rubro moviera cerca de 30 millones de dólares, los que para el 2007 podrían alcanzar los 40 millones.
Entre las principales empresas exportadoras chilenas de cebollas destacan Propal, Hispanoamérica Ajos y Cebollas, Exportadora Pehuén y Trinidad Export, explicó Cifuentes.
Por su parte, la disminución de 15,1% experimentada por las exportaciones de ajos respecto del 2005 respondería al ingreso de ajos chinos en los destinos europeos a precios bajos, que dejan a Chile sin posibilidades de competir, señaló el dirigente gremial.
Exitoso programa
El Programa de Certificación de Cebollas Frescas para Exportación, liderado por la Funbapa, garantiza la identificación del origen de la cebolla.
Además, verifica la sanidad y la calidad de la mercadería con destino a exportación en la misma zona de producción, teniendo en cuenta las exigencias de cada plaza de destino hacia donde se dirige el producto.
La certificación de cebolla en origen nace de la solicitud de las distintas asociaciones vinculadas a este rubro ante el Senasa.
Por esta razón, la Secretaría de Agricultura de la Nación emitió la resolución 42/98 que se puso en vigencia a partir del 15 de febrero de 1999.
Por esta normativa se estableció la obligatoriedad de la emisión en zona de producción de la Guía de Origen, para la comercialización de cebolla cualquiera sea su destino, y del Certificado Fitosanitario, documento imprescindible para la exportación de todos los productos vegetales.
Mediante la elaboración de un acta acuerdo el organismo sanitario nacional, Senasa, terminó por transferir a la Funbapa la implementación y puesta en marcha de la certificación de cebolla para exportación en la Región Protegida Patagónica.