VILLA REGINA (AVR).- A diferencia de otras localidades del Alto Valle, Villa Regina cuenta con una importante presencia de galpones de empaque, con una gran incidencia de aquellos con menor envergadura y que pertenecen a familias productoras.
Este elemento sitúa a Villa Regina en una posición de avanzada en cuanto a este tipo de empresas en comparación con el resto del Alto Valle de Río Negro. En la actualidad, el 30% del total de la estructura existente de estos servicios (empaque y frío) en la provincia se encuentra en esta localidad.
Esta no es una situación que se haya dado en los últimos años sino desde el inicio de la producción frutícola en esta localidad. Regina se destacó por la importante presencia de galpones de empaque, la rápida adaptación de los productores a las nuevas variedades y la ágil incorporación de tecnología para el cuidado de las plantaciones y el mejoramiento del proceso de empaque y frío.
De acuerdo con los registros de habilitaciones municipales, actualmente son 82 los establecimientos entre galpones de empaque y frigoríficos, cuyas dimensiones van desde los 67 hasta los 21.304 metros cuadrados que se encuentran en funcionamiento en esta ciudad y que cumplen no sólo con la legislación
local sino también con los requerimientos que exige el Senasa. El número es alto, pero se encuentra por debajo de los 109 que se relevaron en el censo agrícola realizado en 1994.
"La importante presencia de galpones de empaque forma parte de la idiosincrasia de los productores de esta localidad, que siempre han buscado la alternativa de hacer rentable su producción", coincidieron en señalar Elvio Ferraza, presidente de la Cámara de Productores Agrícolas de Godoy, Regina, Chichinales y Valle Azul, y Ricardo Barazzutti, uno de los propietarios de la planta de empaque y frigorífico Teorema.
"Muchos elegimos la opción de comenzar a procesar nuestra fruta para no caer en manos de las grandes empresas, lo que implicaría una pérdida de ingresos", comentó por su parte Bruno Fuscagni, quien desde el 2000 optó por trabajar, embalar y vender la fruta que produce en las 12 hectáreas de su propiedad.
"En algunos casos comenzamos procesando fruta; luego fuimos incorporando una mayor cantidad de superficie y, finalmente, agregando otros anexos como el frío. Son inversiones que se deben ir manejando", agregó por su lado Celestino del Ben, quien en las próximas semanas habilitará cámaras frigoríficas convencionales para almacenar la fruta que procesa en la temporada.
Si bien en los últimos seis años se ha dado una explosión, con la habilitación de 56 empaques y frigoríficos, para Barazzutti "esto es un hecho que se ha dado en toda su historia. Hace algunos años Regina era la que mayor cantidad de galpones chicos tenía. La cantidad de frigoríficos es muy importante, si no, basta con hacer una consulta a Edersa para conocer la gran demanda energética. La presencia de estos pequeños empaques y frigoríficos es lo que genera el verdadero movimiento de la localidad, lo que les da vida a muchos productores pequeños que, de otra manera, habrían desaparecido".
Precisamente, la demanda de energía eléctrica es una de las limitaciones existentes para el crecimiento de estos emprendimientos. "El principal problema es que esta localidad es abastecida por una sola línea de 132 kV; faltaría otra desde el Valle Medio a Regina, porque cuando todas las cámaras frigoríficas y los empaques empiezan a funcionar, esta línea llega casi a su límite de operación".
Por su parte, Elvio Ferraza remarcó que "el problema de abastecimiento eléctrico hace que en muchos casos, antes de prever una inversión, se requiera en primera instancia saber si se va a contar con la electricidad suficiente. Muchos disponen de recursos para ampliar empaques o frigoríficos pero, si no cuentan con la garantía del abastecimiento, es imposible llevar esas inversiones adelante".
Aunque con limitaciones en éste y en otros aspectos, Villa Regina no ha cesado de crecer en infraestructura de empaque, lo que les ha permitido en muchos casos a pequeños productores nuclearse no sólo como una alternativa para colocar su producción sino para mantenerse vivos dentro de un esquema productivo cada vez más exigente.