El aumento de cuatro puntos porcentuales en las retenciones a las exportaciones de soja es inherente a la propuesta del gobierno, la misma que esgrimía el Grupo Productivo antes de la devaluación: un dólar artificialmente alto con retenciones a la exportación para salarios baratos. También lo defiende gran parte de la dirigencia agropecuaria.
Por el incremento del precio de los commodities internacionales, era muy previsible que la suba de las retenciones iba a ocurrir. El mercado ya lo preveía, porque para el productor había un riesgo político latente. Esa perspectiva quedó disimulada por el aumento en las cotizaciones internacionales de los granos que se registró en los últimos tiempos.
Desde mi punto de vista, con este gobierno, que pretende limitar las ganancias de los empresarios por lo menos de los que no son afines a él, como los del sector agropecuario con las perspectiva de que se van a mantener altos los precios de los granos en el mundo, la aparición de los déficit fiscales en las provincias y en un año electoral, no hay ninguna duda de que las retenciones a las exportaciones aumentarán nuevamente.
El gobierno no está dispuesto a sacrificar los recursos que hoy ya tiene sobre los excedentes fiscales en el nivel nacional.
Todo dirigente empresarial o político que quiera terminar con esta discusión tendrá que hacer una propuesta para impulsar una reforma impositiva que elimine los impuestos distorsivos. Al mismo tiempo, se debería sancionar una nueva ley de coparticipación.
En cambio, los dirigentes políticos que proponen que las retenciones a las exportaciones se establezcan por ley impulsan el concepto de un país unitario y centralizado.
EXCELENTES CONDICIONES
Las reformas son necesarias para aprovechar las extraordinarias condiciones de la economía internacional y su repercusión en la economía interna. El país necesita consolidar definitivamente un sistema institucional que dé previsibilidad a todos los argentinos.
Ante propuestas como la de fijar las retenciones por ley, prefiero que siga vigente el mecanismo aplicado por el gobierno. Cuando llegue el momento del sinceramiento económico, por el agotamiento del actual modelo, habrá que tener la libertad intelectual para defender un proyecto alternativo que integre definitivamente al mundo moderno a todos los argentinos, sin ningún excluido.
ARTURO NAVARRO (*)
* Ex presidente de CRA. Asesor de Recrear en la Cámara de Diputados.
